(Previa) Un derbi del que sacar tajada

El Cádiz está tan bien que da hasta miedo verlo . Con dos puntos por encima del descenso y con un equipo que va a más, las sensaciones son tan optimistas que hasta el personal ha olvidado que el equipo se encuentra en pleno Tourmalet. La victoria ante el Villarreal, la magnífica imagen en el Wanda y el punto de responsabilidad sacado en Mestalla le han dado al Cádiz de Sergio unas hechuritas de equipo maduro, sensato, ambicioso y valiente. Armas, todas, de equipo grande, pero no hay que olvidar, no se puede olvidar, que los pupilos del entrenador catalán siguen inmerso en el interior de la boca del lobo. Que sí, que el Mallorca parece hundido y que no va a levantar cabeza y, además, se le sacan dos puntos, pero ojito que hoy viene el Betis con aromas europeos y a la vuelta de la esquina espera el Barça de Xavi, otro totalmente diferente del que comandaba Koeman y al que el Cádiz de Cervera le birló hasta cinco puntos en sus tres enfrentamientos últimos antes de que echasen al holandés.

Y una vez que se visite el Nou Camp llegarán más ogros. Athletic en Carranza, Sevilla en el Pizjuán, el Elche en casa y la Real en San Sebastián. Y para finiquitar el tema, Madrid en Carranza y la última jornada en casa de un Alavés que se ha encomendado a Julio Velázquez después de que Mendilibar fracasase y haya dejado como colista a los vitorianos para esperanza del Levante, que se niega a entregar la cuchara.

Pero bien saben los de Sergio que toda estas cábalas y enfrentamientos entre unos y otros poco o nada les debe importar. El guión no debe ser otro que el ‘partido a partido’ que llevó al Cádiz de Espárrago a Primera aunque después le copiasen el copyright en el Madrid del Cholo.

Lo mejor de este Cádiz es que al frente hay un entrenador que no para de inculcar a sus hombres que aún no han conseguido nada, absolutamente nada. Pero en esto se equivoca Sergio, que quiera o no, sabe y afirma que la «afición está feliz, empalmada» con su equipo. Muy lejos de cuando no la libido ni acudía a Carranza para ver a un equipo sin fe, sin alma, muerto.

Pero Sergio ha conseguido transmitir a sus jugadores toda la confianza que se había deteriorando por el camino del desgaste. Y ahora, aunque es cierto que por delante queda aún varios puertos que alcanzar, el Cádiz sale a los campos con una fuerza y un empuje que para sí quisieran muchos.

A medida que han ido pasando las jornadas Sergio ha ido perfilando su once de gala y puede decirse que no ha sido hasta su décimo partido que lo haya logrado retratar. Por eso mismo, no se prevé que ante el Betis vaya a hacer cambio alguno en un once que estará defendido por Ledesma bajo palos. La defensa volverá a ser la formada por Akapo, Luis Hernández, Víctor Chust y el Pacha Espino. Fede San Emeterio y Rubén Alcaraz llevarán las manijas del reloj con Idrissi y Alejo como acompañantes en las bandas y los dos tanques arriba,Negredo y Lucas Pérez, que ya ambos fueron titulares en Mestalla e hicieron mucho para entenderse.

En frente estará un Betis al que está por ver cómo le meterá mano Sergio. La cosa parece clara, como los de Pellegrini se sientan cómodos la cosa se pondrá fea a los gaditanos, que tratarán de hacer una presión adelantada con tal de ensuciar todo lo posible el balón para que no le llegue muy limpio a los hombres del centro del campo. Un Betis bien engrasado, suelto y con facilidad de balón podría convertir el derbi en un suplicio para un Cádiz que debe evitar por todos los medios ese escenario.