Osasuna - Cádiz

Ruleta rusa sin vida en juego (3-2)

El Osasuna se impone al Cádiz tras la enésima demostración de ineptitud arbitral en un partido sin nada en juego

Alcalá fue titular y no tuvo un día fácil ante Budimir. efe

Alfonso Carbonell

El VAR es una auténtica ruleta rusa. Vale que este martes no había vidas en juego, pero antes sí que las ha habido. Al Cádiz le ha quitado alguna que otra sin ir más lejos a lo largo de este año. El Madrid el otro día ante el Sevilla. Y a todos los equipos. Pero no es solo el VAR, son sus representantes, a los que le han dado un arma de destrucción masiva . Con este aparatito, los árbitros son capaces de cargarse el fútbol si le dan un año más como intérpretes de un invento que apura sus últimas consecuenctas en una Liga para olvidar en cuanto a arbitrajes se refiere.

El árbitro del Osasuna - Cádiz hizo todo lo posible por incidir en el resultado. Comenzó dándole la posibilidad de entrar al partido al conjunto de Cervera con un penalti más que riguroso y que, de ser falta, tendría que haberse quedado en juego peligroso y posible expulsión para el rojillo y con un libre indirecto dentro del área. Como toda la vida de Dios, hombre. No se quedó ahí el colegiado, que más tarde hacía que unas manos de Iza volvieran a incendiar a los más puristas, que ya a estas alturas se habrán decantado por otro deporte porque lo que este fútbol no lo reconoce ni la madre que lo parió.

Osasuna y Cádiz dieron un recital de goles en lo que no era más que una señal de lo poco o nada que se jugaban dos equipos trabajados por dos entrenadores que llevan fatal eso de encajar goles. De ahí lel despiporre de sus defensas. Pero ancha es Castilla, y por eso y porque los muchachos de rojo y amarillo han hecho sus deberes ya, es hora de poder disfrutar de un verano que a ambos se les ha adelantado.

Como estaba previsto, Cervera volvió a darle un revolcón a su once de cara al duelo en El Sadar y alineaba por segunda vez en Liga a David Gil bajo palos. El canterano ya debutó ante el conjunto navarro en la ida disputada en Carranza y que abrió paso a una pronta catarata de lamentos que no hacían presagiar nada nuevo tras caer derrotados 0-2 por el conjunto de Arrasate, que fue muy superior entonces a un equipo donde también podía verse en el once a otro canterano como Sergio González. Tambíen dio descanso, además de a Ledesma, a Fali, José Mari, Alejo y Malbasic para que entrasen de inicio gente más fresca como Alcalá, Garrido, Espino y Sobrino, aunque la novedad más destacada era vez a Iza como extremo diestro en una banda defendida por Akapo.

Era evidente que ambos equipos estaban ya salvados. El clim

budimir adelantó al osasuna.

a desenfadado que se respiraba sobre el césped y en los banquillos se traducía en un buen arranque del Cádiz, que en apenas un cuarto de hora había pisado el área rojilla hasta en cinco ocasiones. En la mejor ocasión, el Choco Lozano no acertaba a batir por bajo al meta local.

El buen rollo seguía como protagonista. Tan buen humor se palpaba en el Cádiz que hasta Jens Jonsson se reía a la vera de Cervera cuando este le ordenaba, cogiéndole del hombro, un movimiento en el campo.

Tuvieron que pasar cerca de veinte minutos para que David Gil tuviera noticias de los rivales después de una cesión de Akapo, que se lesionaba al poco dejando su lugar a Perea y retrasando a Iza a su hábitat natural.

Poco a poco, el Osasuna salía de su letargo cambiándose los papeles con el Cádiz, que por primera vez en la temporada creía tener el partido controlado a base de una posesión compartida hasta el minuto 25. Este paso adelante del conjunto rojillo hizo que Chimy Ávila avisara dentro del área con un zurdazo que se fue a los músicos, que dirían en Sudamérica.

Al poco de ese amago de ataque navarro, el que volvía a la carga era el Cádiz, que por mediación de Lozano, escorado y con libertad por ambas bandas, servía un buen centro rematado por Saponjic que se fue fuera por poco tras elevarse por encima de la zaga pamplonica.

Corría el 37 de partido cuando el Osasuna se adelantaba en su primer disparo a puerta producto de un magistral centro del lateral zurdo Manu Sánchez para que Budimir, con la testa, batiese a David Gil ante la pasividad de los centrales Alcalá y Marcos Mauro.

Cambiaba el marcador, pero apenas el decorado. Y es que el Cádiz seguía tirando centros al área para que rematase su tanque. El último, a tres del final, uno de Espino que cabeceó Saponjic a las manos de Juan Pérez.

ajapo disputa un balón a chimy ávial. efe

Con la renta a favor del Osasuna se llegaba al final de un primer tiempo con sabor a verano, el mismo ambiente que siguió en la reanudación, donde el trencilla se sacaba de la chistera un penalti a favor de los amarillos tras un lance del juego que si se llega a estar en los 80 se mostaría tarjeta a Garrido por simulación, pero cómo se está en estos tiempos modernos pasó lo que pitó. Y lo que ocurrió es que el aragonés Jaime Latre castigaba con la pena máxima al central David García por ayudarse de los brazos para impulsarse en buena lid para despejar un balón aéreo con Garrido, que también fue con los brazos pero algo más tarde. Total, que a los once metros para que Saponjic sumase su primer gol en España para empatar el encuentro.

Empate y a seguir

Empataba el encuentro el Cádiz en el 48' y Chimy Ávila pudo volver a desnivelarlo en la siguiente acción si no es por Alcalá, que se interpuso en la dirección del disparo del atacante navarro cuando David Gil ya volaba para despejar ese violento disparo.

No se tapó el Cádiz, que siguió con el mismo gracejo en su juego, ese mismo con el que está acabando esta alegre temporada. Perea botaba un saque de esquina en corto para ceder a Jonsson, que disparó desde la frontal del área para buscar la escuadra aunque sin esa puntería tan necesaria.

Parecía más animado el Osasuna en la búsqueda de la victoria mientras que el Cádiz retrasaba un poco sus líneas. Y eso el fútbol se lo recompensó a los locales, que en el 74 de partido volvía a irse en el marcador aprovechándose de la poca intensidad defensiva de la zaga amarilla , que vio como le llegaba un balón en la frontal a Budimir para que el ariete croata se revolviera a la perfección y chutase con su izquierda haciendo inútil la estirada de David Gil. Alcalá, otra vez, vencido.

A falta de diez para el 90, se rompía por momentos el partido y era el Osasuna el que llegaba al área del Cádiz a borbotones. Y en una de esas, el trencilla volvía a sacar la chistera que este año han llevado todos sus colegas para señalar el punto de penalti por unas supuestas manos, hombro, brazo, antebrazo o lo que de Iza al defender un remate de cabeza de Enric Gallego. Desde los once metros, Roberto Torres sentenciaba el encuentro gracias al chiste del VAR y a los humoristas de sus representantes .

Pero el Cádiz regresaba al partido de la mano, nunca mejor dicho, del meta Juan Pérez, que dejaba en bandeja un balón a Perea tras un centro de Lozano para que el manchego acortase distancias con cuatro minutos aún por delante, los de del descuento.

Finalizaba el encuentro con victoria local y tras una enésima actuación arbitral decepcionante pero de la que poco o nada se hablará afortunadamente al no haber nada en juego.

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