Copa del Rey | Fuenlabrada - Cádiz
Fuenlabrada - Cádiz (0-1) Cambios para pasar y pensar
Los de Cervera se meten en octavos gracias a un gol de Alarcón en el último segundo del añadido y en el que era el primer lanzamiento a puerta del equipo
Pues en octavos y con lo puesto. Ese es el resumen de un partido en Fuenlabrada jugado en día de Reyes que estaba siendo un auténtico bodrio hasta que llegó el último momento del mismo. Corría el último segundo del minuto 93, último del descuento, cuando se asociaban cuatro cambios realizados en la segunda parte por Cervera. Alejo, el último en entrar y que previamente había cambiado la posición de Arzamendia, se asociaba con el paraguayo para que este hiciera lo propio con Negredo, también suplente, con Alarcón, que fue al que vio venir el vallecano para que el chileno mandase el balón a la cepa del palo y de camino al Cádiz a octavos.
No fueron los únicos cambios de Cervera, que llegaba a Madrid con lo justo y necesario y pensando en Pamplona, donde se juegan las papas este domingo. Pero antes ideó un sistema que puede ser válido con cinco defensas o tres, según las circunstancias. Y la cosa no puede decirse que funcionara de categoría porque si no es por David Gil el Cádiz estaría eliminado antes de la gran jugada con la que se finiquitó al Fuenla. Porque si el cambio táctico no funcionó todo lo deseado, sí que lo hicieron los hombres que entraron en el segundo tiempo para cambiar el dibujo y, lo más importante, el marcador. Y ojo que octavos ya suena mejor que todo lo que el Cádiz acaba de dejar atrás en el Torres.
Hasta ocho cambios respecto al once circunstancial que sacó Cervera ante el Sevilla hizo esta vez para comenzar a jugar el trámite copero ante un Fuenlabrada de Pellícer que también movía su equipo respecto al de Liga hasta con siete cambios.
Dos equipos en apuros -ambos en descenso- se medían en los dieciseisavos de final un día de Reyes en el que Cervera regaló a sus hombres un sistema por explorar por su potencial beneficio ya que salía con tres centrales (Parra, Cala y Chust) y dos carrileros (Arzamendia y Sobrino). Ya en el centro del campo organizaban Bastida y Álex con la ayuda en la presión adelantada de Jonsson. Y arriba, Osmajic y Andone. Precisamente, fue el rumano el que protagonizó la primera acción de peligro después de un cabezazo suyo al saque de un córner botado por Álex que se fue alto tras un gesto idéntico en el remata que valió la clasificación en Albacete.
Dominaba los hombres de Cervera en el primer cuarto de hora y gracias a ello volvió a tener otra Andone, pero esta vez se equivocó al chutar alto sin antes ver como Osmajic o Parra podían haber llegado al segundo palo a placer.
Veinte minutos duró el protagonismo con el balón del Cádiz, el tiempo que el Fuenlabrada dio un paso al frente para por medio del lateral derecho Pol Valentín, para meter en su campo al conjunto gaditano. Dos acciones por banda derecha del conjunto madrileño le bastó para apoderarse del juego y comenzar a llegar con mayor asiduidad al área de David Gil.
No era nada fácil, nunca lo es para este Cádiz también es verdad, llegar con cierto orden al área del equipo madrileño. De hecho, a veces, cuando de vez en cuando este Cádiz intenta retener el balón un poco pasándoselo de compañero a compañero es lo más parecido a una conga de esas que nunca se sabe hacia donde va.
Es cierto que algunas veces se forzaba algún saque de esquina en donde aparecía la pizarra y la cabeza de Chust para probar fortuna, pero la mayoría de esas congas no tardaban en romperse ante la falta de creatividad y lo que mata a la diversión, el aburrimiento.
No hizo cambios tras el descanso Cervera y lo primero que se encontró fue una clara ocasión de Andersson, que afortunadamente remataba a la derecha de David Gil tras varios rechaces dentro del área gaditana. Entre Zozulia y Andersson comenzaban a merodear por las cercanías de David Gil.
Ante esto, Cervera refrescaba el equipo y sacaba del mismo a Jonsson y Osmajic para dar entrada a Chapela y Alarcón dejando el dibujo igual pero desplazando a Sobrino de banda a la punta.
Entró con ganas Chapela , que en su primera incorporación por banda se quedó a medias entre centar y chutar resultando al final un centro chut que se alejó por la línea de fondo cerca del poste. Los cambios le dieron mayor profundidad al Cádiz, que con Sobrino arriba ganaba en calidad, velocidad, pero no en remate. Ese que sí tuvo Pulido para cabecear un centro exquisito de Pedro León y que sirvió para ver los reflejos de David Gil, que evitó un gol que tampoco hubiera subido al marcador porque la excesiva rosca en el golpe del exmadridista hizo que saliera por fuera la pelota.
Cambio de dibujo y gol 'in extremis'
Seguía Chapela insistiendo por su banda al tiempo que el partido parecía ir cogiendo mayor ritmo. A falta de un cuarto de hora, Cervera cambia de nuevo y retoca el dibujo. Retiraba a un desaparecido, por enésima vez, Bastida y a Andonde y metía a Espino y Negredo para dejar al equipo con un 4-4-2 clásico con el que acabar un encuentro que iba caminito de la prórroga.
Pudo evitar la prórroga en el 82' Pedro León tras un pase atrás dejado por Konate, pero tuvo que salir de nuevo los reflejos de David Gil para mantener la tablas en el marcador.
Poco antes de la prórroga, Cervera finiquitaba sus cambios dando entrada a Iván Alejo por Sobrino para colocar al pucelano en la banda izquierda y buscando el disparo de Arzamendia, que acabaría el encuentro como mediapunta. Y fue desde ahí precisamente de donde se gestó el gol de Tomy Alarcón en el último suspiro porque el crono señalaba ya el 93. Gran puntería del equipo gaditano, que en su primer tiro a puerta se llevaba el botín in extremis.
Alejo inició la jugada por banda, buscó a Arzamendia y este, en colaboración con un contrario, se apoderaba de ella para llevársela a la media luna a Negredo, que con templaza se la puso en bandeja al chileno para que con un disparo fuerte y ajustado metiese al Cádiz en octavos. Y para casa.
