Un Fernando Torres 'low cost' para el Cádiz CF

Fue destaparlo CANAL AMARILLO y acto seguido dar su visto bueno el que manda, con permiso de Vizcaíno. Cervera se desayunó con la exclusiva de este periódico web y no tuvo reparos en admitir el deseado interés del Cádiz CF por un jugador al que comparó con un «Fernando Torres de andar por casa» . Con el beneplácito del entrenador y sin la interrupción de Óscar Arias todo es más fácil para el que ficha, que en este caso ha conseguido la cesión que tanto necesita la delantera del Cádiz CF.

Es de esperar que se haga oficial durante este fin de semana y una vez que Sobrino y el Valencia participen de su partido de Liga que deberá jugar hoy ante el Elche y al que ha acudido convocado por Javi Gracia. El exentrenador del Cádiz CF confía en que tan pronto como se lleva Sobrino le metan en el vestuario a Patrick Cutrone, internacional italiano de la Fiorentina que actualmente juega como cedido en el Wolverhampton de Nuno Espírito Santo, extécnico che.

¿Y quién es este Fernando Torres 'low cost'? Pues de primeras no pinta nada mal el muchacho. Natural de Daimiel (Ciudad Real) y con 1.85 de estatura, Rubén Sobrino comenzó a despuntar pronto hasta que llamó la atención de los técnicos de la Fábrica, donde llegó a jugar en el Real Madrid Castilla antes de volar a su aire en la Ponferradina. Fue en el filial blanco donde jugó más como delantero para con el paso de los años ir ganando en más posiciones.

Tras la Ponfe se fue a la Premier, al Manchester City, que lo mandó cedido al Girona, donde siguió avanzando en su progresión. De vuelta a Inglaterra y de nuevo otra cesión, esta más exitosa en el Alavés de Abelardo. Fue con el técnico asturiano donde cayó más a la banda derecha y donde destacó un poco más. Fruto de ello llegó el fichaje con el Valencia, que pagó cinco kilos por el manchego.

Tiene contrato hasta 2022 y llega como cedido al Cádiz CF hasta final de curso. Cervera se frota las manos con la llegada de este ariete de 28 años al que lleva siguiendo desde hace años. Llega en una edad dulce y con la misión de ponerle las cosas complicadas a un entrenador con un once fijo.

A Vizcaíno le faltaba cumplir con Cervera y esta vez ha dado en el clavo después de clavarle anteriormente a otro compromiso, en este caso Saponjic.