Resumen Espanyol Cádiz

El problema ya es deportivo (2-0)

Nueva derrota del Cádiz ante un Espanyol muy superior que desnuda las vergüenzas del once de Cervera

Cervera: «Estamos en un momento raro y complicado»

Espanyol - Cádiz, resumen, resultado y goles

Alarcón y Espino tratan de parar a Melendo. l. v.

Alfonso Carbonell

Bueno, pues ya está. El problema ya es deportivo. A todas luces. Ni fiestas en Madrid, ni vandalismo en Cádiz. El problema ya es el verde, ese que quita y da razones. Y de momento, ni Cervera, ni sus chicos, ni mucho menos el trabajo de la secretaría técnica salen bien parados. Porque cuando se sacan a siete defensas en el once algo se está diciendo de la falta de fútbol de este equipo . Cuando no se dispara a puerta hasta la segunda parte algo se está diciendo de la poca pujanza ofensiva de este equipo. Cuando el que más ataca y más expone es tu lateral zurdo algo se está diciendo de tu pobre equipo. Y cuando se tira la toalla con solo 2-0 y algo más de media hora por delante se dice prácticamente todo de la nada que, en según qué circunstancias, es este equipo.

Y en esas estamos, con un equipo camino de la depresión y no menos de la dispersión y sujetado solo por la confianza de su presidente y por la fe del entrenador en un método que ya no es el que era. El escenario ha cambiado drásticamente con este dura y justa derrota en Cornellà. Este sábado, en Carranza y ante un rival directo como el Alavés que este lunes perdía en su casa , la cosa viene calentita.

Y eso que Cervera abrió la mano en su once e introdujo a tres castigados por lo de Vallecas para darle mayor mordiente al ataque, con Lozano y Sobrino, y más velocidad a la defensa, con Víctor Chust. Los damnificados fueron Negredo, Álex y Osmajic- Además, dispuso de un triple pivote en el centro del campo con Jonsson, Alarcón y Fali, que salía de la defensa para posicionarse como pivote en el que descansaba el equilibrio de un equipo que se jugaba mucho en el RCDE Stadium.

Salió bien plantado el Cádiz, empujado en parte por un Fali que sabe adelantar la línea del equipo según entienda donde está el partido. Y en esos momentos había que presentar el carnet de un equipo que venía a hacer algo más que perseguir sombras. Sin embargo, guste o no, pronto la defensa comenzó a perseguirlas, concretamente, la de Raúl de Tomás, que a los diez minutos se revolvía en el balcón del área buscando un disparo que finalmente facilitó a su lateral Pedrosa, que con un zurdazo estrenaba los guantes de Ledesma. El despeje le fue a parar a otro lateral, que también estaba presente en el área amarilla, pero el disparo de Óscar Gil rechazaba en Víctor Chust.

A bote pronto, bastó un cuarto de hora para ver cuál de los dos equipos iba a llevar la voz cantante a pesar de las ganas del Pacha Espino, que forzaba un saque de esquina con el que el Cádiz trataría de sacar provecho. Y casi lo saca justo después de que la defensa perica despejase fuera un balón que acabó en las botas de Alarcón. El chileno, tras driblar a su par, puso un buen balón al área pequeña en la que Sobrino no acertó a conectar de cabeza rodeado de centrales. Avisaba también el Cádiz, que a los veinte minutos volvía a hacerlo tras un buen robo en la medular de Jonsson que acababa Lozano con un zurdazo desde 25 metros desviado.

Mucho ritmo tenía el encuentro, demasiado seguramente para Cervera. Y si el Choco avisó de lejos, mejor lo hizo dos minutos después Darder, que tras un sombrero sobre Fali empalmaba un balón que Conan detenía en dos tiempos. Poco a poco, el argentino se iba a volver a ganar el sueldo

Las aproximaciones cadistas eran tan pocas como instrascendentes. A saber, un disparo sin potencia ni colocación de Espino en el 27' o a los diez minutos de esta una llegada en solitario de Sobrino con la que disparaba alto sacando un saque de esquina mal concedido por Mateu Lahoz, para quien el VAR vale lo mismo que una gabardina en la playa.

Álvaro Cervera durante el partido. EFE

A la media hora, el Espanyol parecía perder fuelle, pero solo lo parecía porque fue a partir del 31' cuando comenzó la invasión. El primero en hacerlo, quien si no, fue Raúl de Tomás, que casi sorprende con un disparo lejano rebotado en Haroyan y que acababa en saque de esquina tras dar en el palo. Al poco, era Sergi Darder el que se beneficiaba de la buena presión de sus delanteros para disparar alto y desviado un balón franco. Se llevaba las manos a la cabeza Cervera en el banquillo sabedor de que los suyos estaban comenzando a perder la batalla.

El Espanyol no sólo llegaba pot tierra, también por aire. Y gracias a la pizarra de Vicente Moreno, que cerca estuvo de sacarle brillo tras una combinación perfecta al saque de una falta entre Embarba, Darder y De Tomás, que fue finalmente el que no pudo superar a Ledesma, magistral ante el delantero perico que no pudo salvar su presencia. Volvía a salvar Conan a los suyos.

Todo parecía irse al descanso con el Cádiz suspirando cuando llegó un saque de esquina facilitado por los amarillos, que segundos antes habían regalado otro después de que nadie chillase a Salvi de que se encontraba solo antes de enviar el balón fuera. No fue en ese, pero sí en el siguiente cuando llegó el justo gol para los espanyolistas. Embarba ponía el balón en el corazón del área para que fuese rematado con tan mala suerte que la dirección del mismo llegó a David López, que a bocajarro lo manda al larguero. Raúl de Tomás sigue la jugada y se aprovecha del rechace para empujar el balón a la red noqueando de camino a los vestuarios a un Cádiz superado en último cuarto de hora.

Sin cambios se presentó el Cádiz en una reanudación que comenzó con una aproximación muy pobre de Salvi, que con un zurdazo muy flojo le entregaba el balón a Diego López en lo que era, eso sí, el primer disparo a puerta de los gaditanos.

Parecía que el Espanyol bajaba un poco el pistón, pero la sensación seguía siendo la misma. Los de Moreno, jugando a un ritmo menos, siguen siendo muy superiores a un Cádiz retratado con cada disparo a puerta que hacía, más propio de un infantil ante un juvenil.

A los diez minutos pudo llegar el segundo del Espanyol después de que Melendo, desde la frontal, amagase con su derecha para chutar con su izquierda y ver como Haroyan salía a tapar su disparo salvando a Ledesma de un nuevo susto.

Acto seguido, Mateu Lahoz anulaba un gol a Raúl de Tomás por fuera de juego del madrileño, que lleva cuatro goles en Liga y otros tantos anulados. La inercia era la que era y sólo un córner mal defendido por el Espanyol agobiaba a Diego López, que sacaba su manopla para despejar un mal despeje de Embarba.

Raúl de Tomás abrió el marcador para el Espanyol al filo del desanso. EFE

Primeros cambios y la sentencia

Cervera movía su banquillo y sacaba la clase de Perea y Álvaro Jiménez por la velocidad y la contención de Salvi y Fali. Poco o nada iban a cambiar el escenario porque lo primero que vieron sus ojos fue como Nico Melamed se fabricaba él solito y desde el centro del campo un gol que acabó firmando en propiameta Víctor Chust, que fue el defensa en el que tocó una asistencia del canterano perico que se había paseado por el área amarilla como perico por su casa.

Era el minuto 65 y el rostro de Cervera no invitaba a optimismo. Una prueba de que la toalla estaba prácticamente tirada fue ver al preparador de porteros explicando en una pizarra lo que tenían que hacer Negredo, Álex y Martín Calderón, que fueron los recambios en el 69' de Jonsso, Alarcón y Lozano.

Raúl de Tomás volvió a intentarlo, esta vez de libre directo, pero otra vez encontraba los guantes de Ledesma, que concedía el enésimo saque de esquina a diex para el final. Por su parte, el Cádiz apenas lo intentó con una volea de Álvaro Jiménez que se fue muy alta y en el 88' Negredo pudo acortar distancias en boca de gol después de un gran centro de falta de Perea. Ya en el descuento, una acción individual de Álvaro Jiménez inquietó algo a Diego López, que desvió sin problemas un flojo disparo con el exterior del jugador cordobés.

Finalizaba así un partido que abre un escenario nada halagüeño para un equipo que desde este sábado ante el Alavés deberá comenzar a remar sin ese viento de cola que suele soplar en Carranza. Y es que para conseguir llegar a la afición, algo hay que darle y de momento en esta temporada apenas le ha dado alegrías sobre el terreno de juego.

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