No les disparen que es peor (0-2)

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Alfonso Carbonell

30/10/2020
Actualizado 31/10/2020 a las 10:46h.

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Un muro de contención con francotiradores en cuanto se despista el rival, que este viernes ha sido el Eibar pero que en otras tardes han sido otros. Es es el Cádiz CF, que se ha ido a la cama como líder de Primera después de haber sido medio bailado durante la primera media hora de juego pero siempre dentro de un guion que prepara con meticulosidad un Cervera que volvió a hacer de su libro la sagrada escritura del cadismo

Dos goles en tres minutos fueron suficiente para apagar a un Eibar que se marcó un comienzo de partido lleno de oportunidades y buen juego ante un Cádiz CF rocoso, testarudo, peleón y con la mejor pegada de la Liga tal y como pudieron comprobar los vascos con los goles, pasada la media hora, de Negredo y Salvi con los que se acabó la historia. Pero vaya historia...

Y es que la historia comenzó recibiendo el fuerte cadista muchos disparos en forma de llegadas como un torrente de agua. A Ledesma le llegaban por la izquierda, por la derecha y hasta por alto, pero el gol no llegaba mientras que sin darse cuenta los de Mendilibar iban cayendo en la trampa donde han caído ya decenas. Y así, tras aguantar ese primer y eterno tiroteo el Cádiz CF salió de su trinchera para amargar a un Eibar que no podía creer lo que le ocurrió en apenas cuatro minutos.

Repitió Cervera el mismo once que hizo historia en Valdebebas y que mantuvo ante el Villarreal a pesar de que en la previa del encuentro dejó caer que retocaría algo sin llevarlo a efecto finalmente.

Salió más enchufado el conjunto armero y prueba de ello fue la primera ocasión, concedida por un error de Akapo ante Bryan Gil, que no se lo pensó en cuanto le arrebató el balón al lateral cadista para encarar el área rival y disparar alto al poco de comenzar el encuentro. Sería la primera de muchas.

No perdió el tiempo el Eibar en hacerse con el balón a pesar de no ser su fuerte. Sus posesiones eran largas y con ellas abrían el campo bien por la banda zurda de Bryan como por la diestra de Pozo, que fue el siguiente que llevó peligro al área gaditana con un centro que fue rematado alto por Kike García.

En apenas diez minutos el Eibar ya había pisado el área de Ledesma en tres ocasiones , algo que tampoco es que agobiase demasiado a los hombres de Cervera, que tramaban lo que todo el cadismo espera. El monólogo eibarrés continuaba con Bryan Gil, que bailaba por momentos Akapo en una jugada que acabó en las manos de Ledesma tras la cuarta llegada, esta de nuevo por la banda izquierda.

Se fue entonando Akapo, que para imponer algo su ley tuvo que irse al suelo para frenar con agresividad una nueva intentona de galopada del juvenil Bryan Gil, que no parecía arrugarse.

Poquito a poco, el Cádiz CF se iba aliviando un tanto del empuje eibarrés y gracias a ese aire llegó un segundo acercamiento después de que Salvi decidiera disparar tímidamente desde fuera del área antes que optar por un centro que esperaban el Choco y Negredo.

Tras esa tímida llegada llegó la reacción armera después de un centro por banda derecha que fue cabeceado a bocajarro por Inui y escupido felinamente con la rodilla por Ledesma, que al instante se hacía con un balón después de un disparo envenad de Arbilla.

Pocos podían pensar que el asunto iba a cambiar en apenas tres minutos , pero cambió, vaya que sí cambió. Y todo tras un robo de balón de José Mari a Diop, que pudo ser derribado en falta sin que Mateu Lahoz (el mismo que fue el encargado del VAR en el partido ante el Sevilla en Carranza) la apreciara -como tampoco apreció la que pudo ser objeto el Choco Lozano ante el once de Lopetegui semana atrás-. La jugada fue brillantemente seguida por Álex, que profundizaba con un buen pase a la carrera de Espino. El uruguayo, tras un primer pase interceptado, siguió con la bola y se sacó un señor centro para que Negredo, esta vez sí y como mandan los cánones, cabeceara a gol de forma magistral haciendo inútil la estirada de Dmitrovic.

Pasmado se quedó el Eibar y más lo siguió estando Diop, que a los tres minutos volvió a perder un balón en la medular, esta vez robado por Lozano, para ver como el Cádiz CF armaba una contra letal en la que Negredo asistió a la espalda de los centrales para que Salvi se colase ante la cocina y batiese por bajo a Dmitrovic . Era el minuto 38 y los vascos se quedaban de piedra al verse por debajo del marcador después de haber tenido el monopolio del juego. Así son las cosas con este Cádiz CF, 'epa'.

Pudo recortar distancias a cinco del descanso los de Mendilibar, pero Espino salvaba bajo palos un remate a bocajarro de Kike García.

Como era de preveer, Mendilibar sacó sus tanques dejando a Inui y Dios en la caseta para hacer la guerra a través del fútbol directo, pero por poco la cosa no se complica un poco más después de que Lozano marcase aunque en posición ilegal.

El recién entrado Expósito fue el primero en probar los guantes de Ledesma con un lanzamiento raso desde fuera del área que fue bien leído por Conan, al que el guion le decía que tendría trabajo en esta segunda mitad.

Pasaban los minutos y el Cádiz CF controlaba la situación sin demasiadas complicaciones. Y no solo eso sino que incluso pudo sumar un gol más tras otro robo de balón en el centro del campo y un disparo de José Mari que fue rechazado por Dmitrovic y casi empujado a gol por Negredo de no ser por la presencia de la defensa armera.

Minuto tras minuto, Cervera iba viendo como su plan comenzaba a salir perfecto dado que el Eibar parecía por momentos entregar la cuchara viendo como ni cosquillas conseguian hacer a un Cádiz CF cada vez más sólido en todas sus líneas. Y cuando alguna grieta se abría ahí aparecía los puños de Ledesma para apagar el posible fuego tal y como pasó con un centro de Pozo desviado por Espino y por el que tuvo que volar el meta argentino para desviar a córner.

Y así, con alguna que otra llegada más desbaratada bien por los puños de Ledesma, bien por la poblada defensa amarilla se llegaba a un final del partido que deja al cadismo soñando en lo más alto de la clasificación

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