Cádiz CF

Cervera, un entrenador de club con un discurso ligado a la realidad

El técnico cadista ha dejado claro con los hombres que cuenta y con los que no aunque nunca ha subido el tono de sus exigencias

cervera habla con su segundo en un entrenamiento. a. v.

Alfonso Carbonell

Cualquiera que le hubiera preguntado a Álvaro Cervera en privado sobre sus preferencias de cara al mercado de fichajes nada más se consiguió el ascenso seguramente habría recibido como respuesta la de un equipo nuevo. Lógico. Lo conseguido el año pasado fue una proeza y lo que está consiguiendo este muchos lo definen como milagro.

Más allá de elucubraciones, lo que sí es seguro es que el entrenador del Cádiz CF, de puertas para fuera, está llevando a cabo una política de moderación con la gestión de su presidente que es encomiable. El comportamiento que está teniendo Álvaro Cervera es ejemplar y si bien sobre el campo lo está dejando meridianamente claro , sobre la mesa de sus comparecencias está siendo no sólo prudente con la discutible forma de llevar el mercado Manuel Vizcaíno sino que incluso está empatizando con el sevillano en su proceder.

Hay dos ejemplos claros de este comportamiento. El primero fue al comienzo del mercado de invierno. Cervera, como es obvio, fue preguntado acerca de sus deseos de cara a reforzar al equipo. Y el entrenador, lejos de decir lo que pueda pensar, se limitó a enumerar tres. Únicamente tres. De los tantos y tantos que el aficionado medio podría imaginar, su entrenador se quedó en tres sólamente. Un número exiguo aunque hasta cierto punto lógico gracias a la gran primera vuelta que el equipo estaba realizando.

Velocidad en ataque, contudencia en el centro del campo y algún refuerzo en la reatguardia. Más o menos, e intuyendo lo que le podría faltar a su equipo, esos eran los deberes que le encomendaba a Manuel Vizcaíno, que pocos días antes le había quitado del medio a Óscar Arias , con quien Cervera ni se hablaba prácticamente.

Pero los días del mercado invernal han ido pasando y a día de hoy al vestuario cadista tan sólo ha entrado Saponjic, un delantero serbio que hasta el momento no tiene ni ficha para poder competir. Del jugador cedido por el Atlético, Cervera fue parco en palabras y tan sólo comentó que «podrá aportar cosas al equipo».

Entre medias, se confirmó la lesión de José Mari y la baja por Covid del Pacha Espino en el lateral zurdo, una demarcación en donde el uruguayo no tiene competencia. Pues bien, en ambas Cervera hizo un apaño con un par de chapús y, por lo que se ve, le vale.

El primero en irrumpir en una zona del campo que no es la suya es Fali Giménez, el que desde el primer momento convenció a Cervera. Más tarde, y preguntado acerca de las ausencias en los laterales (Espino por el coronavirus y Akapo por lesión), Cervera volvió a tirar de auteridad y manifestó sentirse respaldado por lo que tenía sin necesidad de alzar la voz en aras de la llegada de un par de laterales y un centrocampista dado que Garrido y Augusto no parecen estar al nivel de Primera según los minutos que ambos han jugado.

Pero, en realidad, más que respaldado, Cervera está siendo responsable con el mercado y las tesituras que está orginando la pandemia. La verdad es que las ventas de jugadores han caído notablemente y la pasividad del Cádiz CF no es noticia. Además, al club cadista se le une la nefasta planificación orginada ya la temporada pasada por la hipoteca de varias opciones de compa obligadas que ahora recaen sobre un vestuario saturado.

Jugadores que no cuentan como Malbasic, Álvaro Giménez, Pombo o Bodiger se agarran a sus contratos firmados y está siendo más que complicado darle salida. Capítulo aparte merece Nano Mesa , el único sobre el que no recaía opción de compra y Vizcaíno y Arias renovaron con un contrato hasta 2024 que el canario, como es normal, quiere cumplir.

De todo esto está informado Cervera, que es el primero en entender a todas las partes y puede que sea una de las razones por la que no sea tan rotundo en sus manifestaciones. Él es el máximo responsable de una plantilla que, salgan o entren nuevos, debe seguir respaldando hasta final de temporada.

Tal y como están las cosas, no es raro que a poco menos de una semana para que se acabe el mercado de invierno, el técnico cadista tan sólo se conforme con la llegada de un jugador de ataque con velocidad. De un equipo nuevo a tres, y de tres a uno. Así es el discurso de un entrenador que sigue sacando petróleo para el presidente.

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