Cádiz - Villarreal

(Previa) El Cádiz vuelve a sacar para no desfallecer

La victoria del Granada en Vitoria acerca de nuevo el abismo a Carranza

Dónde y cuándo ver el partido

Lucas Pérez podría volver al once- Antonio Vázquez

Alfonso Carbonell

Pues nada, parecía para el Cádiz que la cosa se había puesto más tranquilita dentro de la extrema gravedad pero no. Más o menos, la sensación podría ser similar a la que podrían tener los ocupantes de una barquita que en mitad de un maremoto observan en el cercano horizonte que viene una rachita de calma entre tanto jaleo. Pero nada. De golpe y porrazo, como el mar es tan traicionero como la pelotita, el asunto se ha vuelto a poner complicado de narices. Y la ola que se presenta este domingo en Carranza puede suponer un tsunami considerable si no se logra evitar. Tan grande como el Rayo que vino hace dos semanas y se pudo sortear de la mejor manera posible para salir a flote y con más fuerza si cabe.

La victoria ante el equipo de Garitano dio un pequeño motor nuevo a un equipo que ya lo merecía después de tanto y tanto remar a pelo a contracorriente. Esos tres puntos, unidos a los consecutivos tropiezos del Granada, le dieron el impulso moral al equipo amarillo para seguir creyendo y avivar la llamita de la fe.

La derrota en el Wanda no ha hecho mella en la confianza ni del equipo ni de la afición, que pudo ver como sus muchachos dieron la cara ante el vigente campeón liguero y cuartofinalista de la Champions en un encuentro que acabó con un resultado injusto y con su correspondiente cacicada del VAR.

Pero como ya es sabido, las buenas imágenes no dejan puntos , que a la larga es lo que cuenta para no bajar. Sin embargo, el Granada perdía su partido y la orilla seguía estando cerca. A un punto. Y eso, después de tanto tiempo descolgados de esa permanencia era un viento de popa que venía de categoría para tranquilizar unos nervios que se están llevando asombrosamente bien. En parte, por la mentalidad positiva y el optimismo realista que Sergio ha entregado a sus jugadores tanto en el vestuario como en las ruedas de prensa, donde el entrenador catalán ha cambiado de ‘pé a pá’ las garrafas de vinagre ‘made in Cervera’ por el agua cristalina y fresca con la que ahora se refresca una afición que va a Carranza con otras expectativas mucho más alegres pese al estado crítico del equipo.

Todo iba medianamente encarrilado para vivir el partido de este domingo ante el Villarreal sin la necesidad obligada de tener que sumar los tres puntos ante todo un Villarreal, también cuartofinalista de Champions después de su histórica victoria en el campo de la Juve por 0-3.

Otro rival al alcance

El Granada se ha ido, pero no así el Mallorca , que dos horitas antes que el Cádiz visita al Espanyol. Los de García Plaza suman dos puntos menos que los de Sergio aunque gracias a la polémica victoria ante el Cádiz debido al VAR mantienen el ‘goal average’ favorable. Los bermellones se han convertido en la víctima más propicia para los gaditanos, que de sumar tres puntos ante el otro submarino podrían abandonar el descenso en el caso de que los pericos den buena cuenta de un Mallorca que no atraviesa su mejor momento que se diga.

Pero fijarse en los rivales es cosa de los periodistas, de los aficionados, de los analistas. De todo el mundo salvo de los pupilos de Sergio. Esa y no otra es la creencia que se tiene dentro de un vestuario centrado en el Villarreal únicamente. Y para eso está al frente un entrenador que ya antes de la jornada afirmaba con ímpetu que «rotundamente no» encaraba este encuentro ante el Villarreal con algo menos de presión que todos los anteriores en los que tenía la permanencia a cuatro puntos y podría descolgarse a siete. Esa es la actitud que se respira en un equipo que tras su buen papel ante todo un Atlético confía en, con la ayuda de una afición volcada, meter en un brete importante al equipazo que hoy visita Carranza.

Y para intentar sorprender a Emery y los suyos , Sergio es probable que haga algún cambio respecto a los cromos, pero no el planteamiento, que será el mismo que presentó ante Rayo Vallecano y Atlético. Es decir, un 4-4-2 de manual. Los jugadores que lo interpreten no deben ser muy diferentes a Ledesma en la portería y una primera línea de cuatro con Akapo, Luis Hernández, Víctor Chust y el Pacha Espino. Fede San Emeterio y Rubén Alcaraz serán los encargados de darle vida al reloj mientras Alejo –que regresa tras su sanción– e Idrissi intentarán desbordar, uno por dentro y otro por fuera. Y arriba, es posible que el Choco espere su turno en el banquillo para dejar la punta de lanza a Lucas Pérez, que estará respaldado por el tiburón Negredo.

Nueva bola para salvar un ‘match ball’.

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