Cádiz-Valencia

(Previa) Hoy se sale en Carranza

El cadismo necesita reagruparse con una victoria ante un duro Valencia para acallar el run run de la movida madrileña

Dónde y cuándo ver el Cádiz-Valencia

cervera espera la reacción de su equipo. francis jiménez

Alfonso Carbonell

El Cádiz se mide esta tarde al Valencia en un encuentro muy complicado. Y lo es, complicado, por cierto aroma de tensión que se está colando por la gatera del vestuario. A saber, el equipo, un recién ascendido de segundo año, lleva seis puntos. Ha ganado un partido, ha empatado tres y ha perdido otros tres. Todo normal, ¿no? Porque son números muy factibles tratándose de un equipo muy inferior en presupuesto a otros que llevan más tiempo en Primera y no van con las prisas que parece que urgen en un Cádiz que a veces parece pelín acelerado. Todo debería formar parte de la normalidad, e incluso de la felicidad que no se está respirando. Y esto, a las puertas de octubre, preocupa. Y mucho.

Hay tensión en las palabras del entrenador. La hay también en cierta parte de la afición que aparece siempre que las cosas no marchan de dulce. Y l a cuerda ha terminado de tensarse tras el rapapolvo infligido por el Rayo en Vallecas y la posterior fiestecita de unos cuantos que las redes sociales han aireado de manera viral.

Es cierto que una salida así después de una derrota rara vez será aprobada por la afición , pero lo que ha sorprendido más incluso ha sido lo mal gestionado que ha estado la información por un club que ha visto como la bomba, de no querer tocarla, ha visto como le ha explotado en la mano y a pocas horas de un partido.

Desde el primer momento el club ninguneó unos vídeos que han molestado profundamente en el aficionado más pasional, ese que igual idolatra al Mago como tumba al primer chaval que se toma una copa tras ascender al equipo a Primera años después.

Al margen de la opinión que cada cual pueda tener de una salida nocturna en Madrid tras un varapalo deportivo, el caso es que el Cádiz ha dejado crecer la bola hasta que se la ha comido justo el día en que solo se tenía que hablar del Valencia , de Bordalás y demás.Eso sí, dentro de lo malo, lo bueno es que apenas se ha hablado del desagradable incidente del año pasado entre Diakhaby y Cala. Y es que la rueda de prensa de ayer de Cervera fue tan corta que a todos los periodistas les pareció rara cuando se cortó en el momento de la segunda ronda de preguntas.

Y estalló la bomba

Todo iba medianamente controlado por un club que se cree, y con razón, controlar a los medios hasta que a Cervera se le formuló la pregunta que todo cadista haría. ¿Había permiso del club? Y entonces estalló la bomba. Lejos de calmar los ánimos, el técnico echó más leña al fuego y ha dejado un panorama de incertidumbre de cara al recibimiento de su equipo esta tarde en Carranza.

Se desconoce el once que sacará aunque todo parece indicar que dejará fuera (por castigo o no) a los implicados en la nochecita madrileña. Cervera puede ir sintiendo que el vestuario se le puede comenzar a ir de las manos y es el momento oportuno para dar un golpe en la mesa, trazar una raya y dejar claro quien está con él o no. Las contundentes declaraciones con las que deja a los pies de los caballos a los que han hecho por estar ahí son una señal evidente que va muy en serio. Lo fue con Sergio Sánchez, con Bryan, con Carpio, con Barral, y hasta con Güiza como para no serlo con unos advenedizos.

La jugada es volver a los orígenes y hacerlo con su guardia pretoriana, esa que intentará formar para doblegar un Valencia que ya no es el muñequito entrenado el año pasado por Javi Gracia.Así, es probable que Cervera confíe en un once formado por ConanLedesma bajo palos. En la defensa estarán Iza, Haroyan, Víctor Chust y el Pacha Espino. Si Fali da el ‘ok’ estará en el centro del campo junto a Tomi Alarcón. Salvi estará en la banda derecha y Perea en la izquierda mientras que en la mediapunta el técnico desea que le haya sentado bien el banquillazo a Álex Fernández para que este le calle la boca de la mejor forma que sabe hacerlo, jugando, marcando y concentrado en el campo. Y arriba estará Negredo.

Es el momento de comprobar la unidad de la banda. Es el momento de que los que no estuvieron (en la fiesta), estén (en el campo). Es el momento de dar la cara por los que se equivocaron. Es el momento de ganar por el bien de todos. Es el momento de sumar tres puntos para acallar un run run que comienza a ser molesto hasta para la prensa.

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