Cádiz Real Madrid
En el Carranza llegaron hasta el VAR (0-3)
Los blancos golean en Carranza tras un arranque ilusionante de los de Cervera frenado en seco por un penalti en contra
El Cádiz duró lo que duró el chivato del VAR en llamar al de negro. Y entonces, castigado, se rompió, se enfadó y dejó de soñar todo lo que comenzó a obrar hasta que llegó ese minuto en el que Iza le facilitaba la victoria al Real Madrid. Hasta ese momento, el cadismo se divirtió con los suyos. Los de Cervera llegaron hasta el VAR. Y mucho fue.
Un resbalón que ya tocaba. La pena es cómo se dio porque el Cádiz había hecho méritos para no despedirse del encuentro en apenas media hora, que fue lo que duró en el campo tras recibir un primer gol que le abría la senda de la comodidad de un Real Madrid que seguirá pujando por la Liga tras su paso por Carranza, que se vislumbraba infernal en los primeros minutos pero que resultó plácido a la larga.
No estuvo muy fino Iza en su primer media hora y eso lo aprovechó el Madrid para liquidar por la vía rápida un partido que no le nació muy sencillo porque el Cádiz, hasta el penalti, se atrevió incluso hasta llevar la iniciativa. Pero el error en el penalti y luego en la marca del portuense desdibujó a un Cádiz que acabó desilusionado un primer tiempo que empezó ilusionante y acabó muerto.
No le debió disgustar mucho el encuentro de los suyos el pasado domingo a Cervera ya que apenas retocó una cosita (Jairo por Malbasic) en un once decidido a robar y correr ante un Madrid que llegaba a Carranza lastrado por las bajas y obligado a ganar para seguir en la puja por la Liga.
Comenzó el duelo movidito. El Madrid lo intentó primero con un disparo sin peligro del canterano Blanco al que le respondió Jonsson al rato con una volea que tampoco encontró puerta. No le perdía la cara al partido el Cádiz , que no contento con alternar oportunidades con el SuperMadrid, le volvía a acechar, esta vez con una buena jugada trenzada por Negredo y finalizada con un disparo, con su débil diestra, de Jairo que murió en los brazos de Courtois.
Magullado por las bajas, el once de Zidane salió sin esos aires de dominador que ha de tener un grande, un Supergrande. Tal era así que, por increíble que fuese, era el Cádiz el que mayor control parecía tener pasado el primer cuarto de hora de juego. Sin duda, el hecho de tener a Negredo pivotando y abriendo a las bandas para los bajitos es un auténtico lujo para un Cádiz que sabe sacar petróleo de lo poco que tiene,
Todo iba de maravilla hasta que llegó el minuto 28 y apareció el VAR, ese invento del maligno. Al colegiado le chivateaban por el pinganillo no sé qué de un pisotón de Iza sobre Vinicius que no se vio en directo pero sí por la pantalla y al rato se iba el de negro al punto de penalti para que Benzema no diera opciones a Ledesma desde los once metros para allanar el camino a un Madrid que no se le habían puesto las cosas muy sencillas que se dijera.
El gol mató al Cádiz, que tras tres jornadas sin perder y sumando siete de nueve, bajó ligeramente los brazos en señal de lógico desánimo. Eso lo aprovechó los de blanco, que a los cuatro minutos del 0-1 sentenciaban el choque con un buen centro con la zurda de Benzema a Odriozola que el vasco cabeceó al fondo de la red en el segundo palo. Apenas había pasado media hora y el asunto quedaba prácticamente visto para sentencia.
Esos dos goles abrió el camino de la facilidad para el Real Madrid, que desde que se adelantó en el marcador comenzó a gustarse. El Cádiz era un descontrol y el Madrid corría con sentido en busca de una goleada que le reconciliase con la Liga tras su empate en Getafe. En una nueva acometida, los blancos llegaban casi que a trompicones al área de Ledesma, que nada pudo hacer para detener el cabezazo a bocajarro de Benzema tras un centro suave y pausado de Vinicius desde dentro del área. 0-3 en el 40 de partido y el Tourmalet volvía a presentarse en Carranza .
Cuatro cambios para pensar en Pucela
El descanso debió emplearlo Cervera en limpiar las cabezas de los suyos y enfocarlos a no perder el segundo tiempo para dignificar la derrota. También refrescó el once con un cuádruple cambio para dar descanso a José Mari, Salvi, Negredo e Iza y dar entrada a Lozano, Akapo, Cala y Saponjic.
Los cambios espolearon relativamente al Cádiz, que cerca estuvo de acercarse al marcador tras un remate de cabeza del Choco Lozano tras anticiparse a Courtois. Más relajados los blancos , Zidane también introdujo cambios y metió a Isco, Carvajal y Asencio por Varane, Odriozola y Vinicius. Por su parte, remataba sus cambios Cervera sacando al Pacha Espino y metiendo a Iván Alejo pensando ya en Valladolid el sábado.
Pasaban los minutos en busca del 90 entre el respetuoso fútbol de ls blancos y la honra recuperada de los amarillos, que lo intentaban aunque sin mayor fe que la de un novillero sin futuro.
Se acercaba el final y de camino a él, el Choco Lozano se reecontraba con la soltura perdida por tanta ausencia y significaba la nota positiva de una recta final en la que el Real Madrid pudo ensanchar su renta, si bien tampoco buscó hacer sangre.
El pitido final dejaba un marcador sin mayor historia para dos equipos que afrontan la finalización del campeonato con ambos objetivos al alcance de sus manos.
