(Crónica) Un vendaval frente a la presión (3-0)

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Antonio Valimaña

07/05/2022
Actualizado 08/05/2022 a las 11:13h.

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La presión no pudo con el Cádiz CF. Este equipo quiere seguir siendo de Primera y otra vez lo demostró. Sobre todo en una segunda parte descomunal en la que el equipo gaditano borró del campo a un Elche que había puesto contra las cuerdas a los amarillos en algún escarceo durante el primer tiempo.

Pero al final el ímpetu y la intensidad se impusieron, y los tres puntos se quedaron en Cádiz. Un premio más que merecido que llegó en avalancha y tras la expulsión de Ezequiel Ponce. Pero que bien pudo fraguarse bastante antes de no ser por Édgar Badía. El mismo que falló en un par de goles, pero que antes había sostenido a los visitantes.

Negredo y Sobrino allanaron el camino en un abrir y cerrar de ojos. 'Choco' Lozano sentenció. Todo ello en una recta final apasionante.

Muy metido en el encuentro salió el Cádiz CF. La lección estaba bien aprendida y los hombres de Sergio, que eran llevados en volandas por el cadismo desde antes de entrar en el estadio, comenzaron enchufados. Era lo que tocaba después de la goleada del Granada en Son Moix, esa que dejaba a los cadistas en descenso antes de empezar su cita.

Más presión para un equipo amarillo acostumbrado históricamente a sobrevivir en el alambre. Extraño es cómo se consiguió la permanencia la temporada pasada. Con eso en La Tacita de Plata casi nunca se cuenta cuando se compite en Primera.

Con estos ingredientes, Sergio hizo algunas modificaciones una vez más. Atrás continuó confiando en los mismos, con Fali relegando a la suplencia a Víctor Chust, aquejado de molestias en el pubis.

Con Jens Jonsson y Fede San Emeterio ausentes finalmente en la convocatoria, el míster continuó dándole la batuta a José Mari y Álex, con Iván Alejo e Idrissi por las bandas. Arriba, un entonado Lucas Pérez y Negredo para hacer frente al que era equipo del delantero gallego hasta hace bien poco. Sin lugar a dudas, un once con un talante ofensivo. Había que poner toda la carne en el asador.

Francisco, pese a las bajas, no cambió el sistema y apostó por una defensa de cinco con Omar Mascarell metido atrás junto a Barragán y Bigas. Josan estaba por la derecha y por la izquierda, sin Lucas Olaza ni finalmente Mojica, Helibelton Palacios era el lateral de circunstancias. El guardameta Édgar Badía, Gumbau, Raúl Guti, Kike Pérez, Pere Milla y Guido Carrillo completaban la puesta en escena ilicitana.

Del primer periodo se puede decir que el Cádiz CF puso la voluntad y las intenciones frente a un Elche que mordió más.

De hecho los avisos del Cádiz CF eran peligrosos, con Negredo como protagonista, pero hasta en tres ocasiones fueron invalidados por fuera de juego. Esos centímetros... La sincronización de la defensa del Elche era digna de estudio.

La mejor oportunidad amarilla estuvo en una jugada trenzada por Negredo, Lucas Pérez e Iván Alejo (trataba de superar sin éxito a Helibelton Palacios, lateral izquierdo de circunstancias), pero a Idrissi le falló el control y eso hizo que la defensa del Elche acabara mandando la ocasión a córner. Esa u otra que Negredo no acertó a rematar mientras buscaba el espacio.

Menos merodeaba el equipo de Francisco el área del Cádiz CF, pero cuando llegaba no avisaba. Así Kike Pérez puso en un aprieto a Conan. Lo hizo a los siete minutos con un chut que tocó en Álex y, tras coger efecto, terminó en las manos del arquero argentino. Pero, sin dudas, la mejor opción de los primeros 45 minutos la tuvo Gumbau. Fue con un chut lejano que si no entró fue por u na magnífica intervención de Conan Ledesma, quien en su estirada a ras de suelo y junto al poste evitó que el balón entrara en la portería y lo envió a córner.

Ya habían avisado que no venían a verlas venir. Las pruebas estaban ahí.

El inicio de la segunda mitad fue totalmente diferente porque ya no se amagaba, ahora tocaba golpear. Lo hizo Negredo un par de veces, también Iván Alejo (en continuos piques con Gumbau) al toparse con Édgar Badía en un par de ocasiones e incluso Álex, quien hace cinco años vivió un descenso a Segunda B en el Carranza con el Elche. Este último se quedó a un palmo de batir al guardameta catalán del equipo ilicitano.

El Cádiz CF era un rodillo, una apisonadora, con Idrissi insistiendo por su banda aun desbordado Josan, que era relevado por Francisco. La grada se volcaba. Solo faltaba el gol.

En esas decía adiós Fali, lesionado. Víctor Chust era su recambio. Valenciano por valenciano. Además Tomás Alarcón daba aire e impulso a la medular al sustituir a José Mari.

Y justo entonces, cuando el cadismo reclamaba un penalti, Ponce, que ni tan siquiera había tocado el balón tras relevar a Guido Carrillo, veía la roja directa por un codazo sobre Luis Hernández. Punto de inflexión.

El acoso y derribo era total y absoluto. Tanto que ni 'Pacha' Espino por sorpresa y de cabeza pudo batir a un inconmensurable Édgar Badía. Sergio, a su vez, aprovechaba para cambiar al ilicitano Akapo por Sobrino y así le daba la banda como carrilero a Iván Alejo. Más madera.

Los amarillos insistían por medio de Lucas Pérez y así hasta que el gallego puso un centro de oro en el 79' para que Negredo empujara el balón con la testa al fondo de la red. Édgar Badía llegó a tocar el esférico, pero un resbalón evitó que fuese de nuevo la pesadilla del cadismo.

Merecidísimo gol que estallar de júbilo a un Carranza que se desbordó justo después con el 2-0, obra de Sobrino. La fe del manchego hacía el resto. El portero del Elche pasaba del todo a la nada en un fallo clamoroso.

La guinda la colocaba 'Choco' Lozano con el tercero en la recta final. La mejor manera de volver a salir del pozo y encarar el final del curso con más confianza que nunca. Huele a Primera. Cada vez más.

Que vengan Real Sociedad, Real Madrid y Alavés. Que vengan.

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