El antiguo Carranza registró la mejor entrada de la temporada. La ocasión bien lo merecía porque el Cádiz CF se jugaba la vida en su estadio ante el Elche. Sobre todo tras empezar el encuentro en la zona de descenso al golear el Granada en Mallorca (2-6).
Apenas quedaron asientos libres para presenciar un encuentro vital para los pupilos de Sergio, que sintieron el aliento de su incondicional hinchada desde la previa. Y es que miles de seguidores amarillos arroparon al Cádiz CF en las inmediaciones del estadio. Una auténtica locura que los jugadores cadistas vivieron en sus propias carnes.
Sin lugar a dudas, la mejor manera de demostrar el cariño a un equipo que se jugaba la vida en el envite. El cadismo en estado puro.
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