Canales, del amarillo al rojo sin pasar por la casilla de salida

A Sergio Canales le han pillado la matrícula. Esto dicen muchos béticos y puede que con razón después de ver la exagerada roja que vio el pasado domingo ante el Cádiz CF por hacer una falta sin ser el último hombre ni obrar con violencia ni siquiera agresividad. La roja que vio el cántabro cambió el encuentro y a los de Sergio se le terminó de allanar el camino hacia la victoria. No era la primera vez que Canales veía la roja ante el Cádiz CF, equipo al que se remonta al encuentro disputado en octubre del pasado año para encontrar el inicio de una pésima relación con los árbitros este año.

Sucedió en el encuentro de ida en Carranza y que terminó con 0-0, pero en aquella ocasión el organizador bético vio la segunda amarilla en el 90’ por «reiterar sus observaciones a decisiones arbitrales tras haber sido advertido». La primera la vio unos segundos antes por «hacer observaciones a decisiones arbitrales».

No contento con ello, ya en el acta de Mate Lahoz, árbitro de aquel derbi de ida en Carranza, anotó algo que le costaría una dura sanción de cuatro partidos y que fue recurrida a la justicia ordinaria para que pudiera jugar ante el Cádiz en el Villamarín. Mal negocio, no como el de Iza. El caso es que Canales persistió y según rezaba el acta le cayó varios partidos de sanción que aún acumula por decirle al mediático trencilla que «si no puedo hablar, entonces no me preguntes más por temas personales». Era su primera expulsión como jugador profesional. La segunda le volvió a ocurrir contra el Cádiz. Mala suerte el amarillo para el cántabro.