Leganés - Cádiz
Empate en el alambre de Butarque (1-1)
Ocampo empata el encuentro y perdona al Leganés en el descuento tras un partido de menos a más de los amarillos
Así vivimos el partido
Ocampo fue el mejor de los amarillos.
Un punto en el alambre de Butarque, uno de los campos más complicados y del que el Cádiz ha pescado un punto que bien pudieron ser tres si Ocampo, clave, llega a estar más fino en el descuento tras hacerse con un balón y encarar solo al meta del Leganés.
El encuentro de los de Garitano fue de menos a más. Igual se pasó de la ruina que dejó un primer tiempo en el que los cadistas evidenciaron estar aún muy lejos de lo que quieree su entrenador, que esta semana deberá apretar a base de bien para que le traigan esos tres fichajes con los que el Cádiz pueda presentar su candidatura a estar ahí, cerca del ascenso. Y es que, hoy por hoy y con lo que se lleva viendo, los encuentros de este conjunto no son más que una moneda al aire que igual sale cara como cruz.
Pronto ha comenzado Garitano a tocar su equipo en función de las capacidades del rival. La visita al Leganés de Paco López motivó que el técnico vasco cambiase el dibujo y a un hombre por otro. De entrada, convirtió el 4-2-3-1 que sacó ante el Mirandés en un 4-3-3 con Josu Diarra algo más descolgado para acoplar en el centro del campo a Sergio Ortuño en detrimento de Javier Ontiveros, al que igual la batalla que se iba a formar en la medular de Butarque lo dejaría baldado a las primeras de cambio.
Más allá de la lectura que se pueda hacer del comportamiento táctico y defensivo de Garitano y de si Ontiveros tenía molestias o no, el caso es que el Cádiz dejaba buena parte de esa clase que se le espera en un año donde mientras menos tenga el balón más sufrirá.
Estaba cantado que este pasito atrás en el once amarillo le daría desde el inicio el balón a los pepineros, que además adelantaron su presión provocando que la zaga cadista comenzara a regalar balones a las primeras de cambio. Ese dominio inicial le dio a los madrileños para en menos cinco minutos probar fortuna desde fuera del área sin suerte en los disparos de Miguel de la Fuente y Diego García.
Los primeros diez minutos fueron de dominio total local tal y como evidenciaba Kovacevic, que tuvo que despejar hasta dos balones colgados al área gaditana. De ese monólogo salió el Cádiz gracias a una prometedora y decidida incursión de De la Rosa, que abarató su esperanzadora jugada con un zurdazo muy desafortunado.
No tardó en coger la batuta de nuevo los muchachos del excadista Paco López, que vio como se le anulaba un gol ilegal a los suyos tras un buen centro de Rubén Peña mal rematado en boca de gol por Duk y remachado, en offiside, por Diego García.
Poco a poco, el Cádiz fue saliendo de su casa a través de García Pascual, que avisaba -también en fuera de juego- con un cabezazo desviado a centro de Iza en una jugada que anteriormente también pudo ser invalidada por mano de Diakite. Dichas aproximaciones amarillas valieron para que, una vez pasado el primer cuarto de hora, el control del encuentro se equilibrase incluso en córners, uno para cada uno.
Ya sí, de poder a poder, ambos contendientes se alternaban las llegadas y el siguiente en hacerlo fue el Leganés, que tras un magistral pase filtrado de Cissé asistía a Miguel de la Fuente para que este recibiese completamente solo y algo escorado para encontrarse con el muñeco de Víctor Aznar, que aguantó bien.
La respuesta cadista la dio De la Rosa, en dos ocasiones, pero en la primera su cabezazo buscando a García Pascual no llegó a buen puerto y, acto seguido, se atragantó de balón dentro del área ante dos defensas locales que se lo arrebataron con facilidad para desesperación del ariete amarillo, que esperaba el pase de la muerte apostado en la boca de gol.
Llegada la media hora el árbitro, con 27 grados y en plena noche en el sur madrileño, mandaba a ambos equipos al tiempo muerto de rigor para que los entrenadores apretaran las tuercas que estuvieran más sueltas de dos equipos que encararon la recta final de la primera mitad buscando, con prudencia, la portería contraria.
Se la jugó, en el 39', Víctor Aznar al salir al borde lateral del área a los pies de Miguel, al que no solo le arrebató el balón sino que hizo que le diera a él para que saliera por la línea de fondo a favor del Cádiz, pero el trencilla no lo apreció y lo arriesgado de la acción del meta ítalo-brasileño se quedó en eso, en un riesgo que, para colmo, costó un saque de esquina es contra que se sacó sin mayor trascendencia de no ser porque el rechace le llegó a De la Rosa, que picó el balón para superar a Duk encontrando el pie del senegalés, que lo levantó a una altura merecedora de tarjeta naranja que se quedó en amarilla para alivio pepinero.
El propio De la Rosa, segundos después, volvía a la carga por su banda izquierda para meter un balón raso al que llegó García Pascual, que tocó levemente buscando el primer palo y encontrándose con la red de exterior.
Gol pepinero tras pérdida de Suso
Recién entrado en el añadido del primer tiempo llegó el gol del Leganés como producto de una pérdida de Suso que propició el carrerón por la banda de Dux, que dejaba en el camino a Iza, para que el zurdito africano viera la llegada al palo largo de Naim, que con Víctor Aznar batido en el suelo conectaba su empeine derecho para adelantar a los suyos dándole un mazazo psicológico a un Cádiz que volvía a lanzar una monedita al aire.
La defensa amarilla se lamenta tras el gol del Lega.
El gol hizo que Garitano volviera a reestructurar a su equipo en el descanso dejando a Ortuño en el vestuario y sacando a Caicedo para recolocar a los suyos con tres centrales, dos carrileros largos y son Suso con plena libertad de movimientos en busca del empate. O sea, más cambios y tercer sistema en dos jornadas.
Ni el Cádiz se acomodaba al nuevo dibujo, ni mucho menos Suso, que en el 66' abandonaba el campo junto a De la Rosa para dar entrada a él la doble O (Ocampo y Ontiveros). Y lo primero en lo que se vio envuelto el uruguayo fue en un lío dentro del área rival del que por poco saca petróleo García Pascual, que no estuvo rápido a la hora de ejecutar el balón que le llegó a sus sorprendidos pies.
Empata Brian Ocampo y salva Víctor Aznar
Si antes, con Suso sobre el pintado verde, eran los balones parados la fuente de peligro cadista, después, con Ontiveros como reemplazo, la maniobra seguía siendo la misma. Fue así como en el 69', y tras un saque de esquina botado por el malagueño con escuadra y cartabón en dirección a Ocampo llegaba el empate tras la volea del charrúa, que callaba las muchas bocas que deberá seguir callando.
Ocampo celebra el empate.
La reacción del Lega no se hizo esperar y llegó tras un pase largo en donde los centrales amarillos Kovacevic y Caicedo no saben resolver ante Miguel y Diego García, que fue finalmente el que, con todo para él, fusilaría a Víctor Aznar, que se agigantó ante el delantero local para rechazar con su rostro lo que iba siendo el segundo.
El encuentro se encontraba en el alambre, ahí donde destacan los figuras como Ontiveros, que se inventó una rosquita en al aire para dejar solo a García Pascual ante el meta local pero el tanque malagueño no supo controlar desaprovechando lo que podía haber sido la puntilla al choque a ocho del final.
Seguía a lo suyo Ocampo, que se hizo con un balón en el centro del campo con el que avanzó con potencia para sacarse un derechazo que tuvo que repeler como pudo Juan Soriano. Y si la tuvo ahí Ocampo, qué decir de la que perdonó en el descuento al robar un pase de Soriano al sacarla bajo palos. El charrúa se llenó de balón tanto que, con un toque, se comió al portero al que no pudo batir, como no pudo después ni Diarra ni Ontiveros, para lamento de una hinchada que vio como los suyos fueron de menos a más acabando lamentando una jugada que pudo darle los tres puntos.
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