Cádiz Cf
Un comienzo diferente
LALIGA HYPERMOTION
El Cádiz de Gaizka Garitano inicia la temporada presentando unas sensaciones antagónicas a las mostradas en los primeros compases del pasado curso liguero
Así fue el reencuentro de Paco López con el Cádiz CF
P. Vallejo
Dos jornadas son tan solo dos jornadas. Y Segunda División no es precisamente una categoría ni corta ni predecible. Los caminos en la liga que algunos califican como Hypertensiones son imprevisibles, y ejemplos de equipos que apuntaban a una cosa y acabaron cayendo a otra hay miles a lo largo de la historia. Pero hay una cuestión innegable en el Cádiz CF de Gaizka Garitano: absolutamente nada tiene que ver el arranque protagonizado este curso si lo comparamos con el anterior. Las sensaciones son mucho más positivas dentro de un ambiente que, sin dejar de ser mínimamente tenso, es perfectamente respirable.
Algo que no ocurrió el pasado curso. Paco López generó consenso en el cadismo, pero con el paso de los días su efecto fue perdiendo fuerza progresivamente y los movimientos en el mercado del club, que apostó por una incomprensible política de renovación que este verano ha luchado por subsanar, provocaron que ya incluso antes del debut contra el Real Zaragoza la situación fuera de crispación y conflicto. Claro, si a eso ya le sumas la aberrante carta de presentación contra los maños, apaga y vámonos. Sin resultados, sin comunión, sin identidad. Todo mal. El técnico valenciano luchó a contracorriente con unos jugadores que no respondían a su idea y con una idea que no respondía a la capacidad de los futbolistas.
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— Cádiz Club de Fútbol (@Cadiz_CF) August 22, 2025
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El desenlace, esperado, desembocó en el aterrizaje de Gaizka Garitano allá por el mes de diciembre. El vasco cumplió: desplazó al equipo de la lucha por el descenso e incluso fue capaz de ilusionar durante algunas semanas a la afición con la posibilidad de entrar en playoff. Pero el técnico lo tenía claro. Lo verdaderamente importante pasaba por cambiar radicalmente el aroma de un equipo en absoluta decadencia. Repitió hasta la extenuación, sin sacar el pie del tiesto, la necesidad de comenzar un proyecto de cero y de renovar al equipo. Y al club, consciente de la debacle deportiva y económica que supuso la estrategia veraniega con Paco López en el banquillo, no le quedó más remedio que ponerse manos a la obra.
De momento, el Cádiz suma cuatro de seis puntos y ofrece la sensación de equipo serio. Tiene personalidad, juventud y entiende los códigos secretos de la categoría. De eso se encarga Gaizka. Y el arranque liguero, que jamás será concluyente, al menos transmite otra cosa. Para algunos esperanza, para otros ilusión. La realidad es que este conjunto amarillo no tiene nada que ver con el del año pasado, y eso ya es un paso de gigante. Ahora, el club debe preocuparse por cerrar la plantilla como Garitano pide y, a raíz de ahí, continuar luchando en el césped para alcanzar los 50 puntos. Solo a partir de esa cifra se pueden hablar de otras metas en Segunda División.
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