Tres buenos (y nuevos) hoteles con encanto en plena naturaleza

Alojamientos que ofrecen calma y sosiego en Ávila, Teruel y Navarra

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Será porque los colores del otoño las hacen irresistibles; será porque al calor de una chimenea en un enclave rodeado de naturaleza el estrés parece esfumarse y el tiempo, detenerse. Alejadas del bullicioso caos urbanita y presididas por el silencio, las montañas se convierten en uno de los destinos favoritos a estas alturas del año. Hemos recorrido sus cimas hasta dar con nuevas refugios para cuerpo y alma.

Parque Natural de la Sierra de Gredos

Exterior de El Vergel de Chilla, en Candeleda
Exterior de El Vergel de Chilla, en Candeleda

Arrancamos no muy lejos de Madrid, en uno de los parajes con más encanto otoñal: el Parque Natural de la Sierra de Gredos. Allí, en pleno monte de la localidad abulense de Candeleda, se encuentra El Vergel de Chilla. Se trata de una finca privada de dos hectáreas con dos casas rurales de alquiler completo, que han abierto sus puertas hace apenas un mes.

Con semejante naturaleza circundante, sus propietarios han realizado una completísima guía de actividades como senderismo, rutas a caballo o bicicleta, visitar las cuevas del águila, el Santuario de Chilla o las gargantas, o bien participar en una divertida cena de juego de rol de misterio... También es una zona de alto interés ornitológico. Justo este fin de semana se celebra en el municipio el I Festival de la Grulla, con charlas sobre aves acuáticas, cuentacuentos, yincana, una sesión de cine y dos excursiones para observar a las primeras grullas que han llegado a Candeleda.

En el corazón de Teruel

Una habitación de La Casa de los Moyas, en Olba (Teruel)
Una habitación de La Casa de los Moyas, en Olba (Teruel)

Nuestro próximo refugio rural se encuentra enclavado en el corazón de Teruel. La Casa de los Moyas está situada en el pequeño valle de Olba (Teruel) y, como en el caso anterior, está en régimen de alquiler completo. La construcción de piedra original fue levantada hace varios siglos en el Caserío de los Moyas, a orillas del río Mijares. Estratégicamente enclavada en el centro de la sierra Gúdar-Javalambre, las estaciones de Valdelinares y Javalambre quedan muy cerca. Además de senderismo, rutas a caballo o culturales para conocer el mudéjar de la zona, La Casa de los Moyas ofrece una actividad muy interesante: la escapada trufera. A partir del próximo 15 de noviembre arranca la temporada y proponen una salida al campo con un experto truficultor para buscar el preciado hongo y, con ayuda de los perros entrenados, sacarlo con cuidado de la tierra. No se pierdan tampoco los cielos nocturnos. Son todo un espectáculo.

Pasado medieval

Heredad Beragu, en Gallipienzo Antiguo
Heredad Beragu, en Gallipienzo Antiguo

Con espléndidas vistas a los majestuosos parajes de la Foz Verde del Río Aragón, la Reserva Natural de Caparreta, nos recibe Heredad Beragu (sólo para adultos), en la villa medieval de Gallipienzo, en pleno prepirineo navarro. De ese suntuoso pasado viene precisamente esta heredad, enclavada en el monte Beragu, una de las tres con las que contaba la localidad, otorgadas por diferentes reyes de Navarra. Contaba con casa de labranza, cuadras, bodega, granero, molino tanto de grano como de aceite (almazara) y fragua. Después de concienzudos trabajos de rehabilitación sostenibles (con materiales reciclados y de bajo impacto medioambiental, así como elementos naturales), se han convertido en Casa La Gualda, Casa El Cuco, Casa Antolín y Casa Vidal. Su gestión también se basa en el uso de energías renovables, el reciclaje de los residuos producidos y las nuevas tecnologías. Otro punto fuerte: cuentan con un huerto propio, gracias al cual se elaboran muchos de los platos de temporada de la carta del restaurante. Ojo a sus desayunos caseros con bizcocho de nueces, de zanahorias o magdalenas con mermelada de tomate feo de Tudela.

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