«Netflix crea la primera ficción española con estándares internacionales»

«Nos moríamos de ganas por contarlo», reconoce Neira, cocreadora junto con Ramón Campos de la primera serie española de Netflix, que llevará el sello de Bambú Producciones («Velvet», «Gran hotel»). Y no es para menos, ya que en 2017 este drama ambientado en el Madrid de los años veinte se estrenará simultáneamente en más de 190 países. Además, los dieciséis capítulos de la primera temporada se producirán siguiendo los estándares internacionales que llevan años reclamando los guionistas: en episodios de cincuenta minutos. «Siempre nos quejamos de los setenta minutos, pero en realidad ya estamos acostumbrados, ahora tenemos que pensar y cambiar más cosas. Aunque para las tramas es fantástico porque mejora el ritmo», reconoce Neira.

Esta ficción «de complejos conflictos y narrativa poco habitual» dirigida por Carlos Sedes, aún no tiene título ni intérpretes confirmados.

Contará la historia de cuatro mujeres que son contratadas como operadoras de la única compañía de telefonía que existía en España en la década. «Es un buen momento para la ficción protagonizada por mujeres, hay personajes femeninos muy fuertes, y creíamos que le daba una imagen de modernidad interesante», relata la creadora.

Bambú, capitaneada por Campos y Teresa Fernández Valdés, presentó varios proyectos al gigante televisivo, pero finalmente se decidieron por este drama porque «su espíritu recuerda a los ideales de Netflix: Habla de conexiones, innovación... Además en la plataforma funcionaron muy bien nuestras series y vieron que el perfil podría ser ese», concluye Neira.

Esta estrategia de producción propia se ha repetido en otros países europeos en los que también ha desembarcado Netflix: Francia («Marseille»), Alemania («Dark») y Reino Unido («The Crown»).