«Gravity Rush 2»: Kat vuelve a poner el mundo patas arriba

Y, de repente, todo cambió para nada cambiar. La secuela de este original título se vuelve a sustentar en los patrones jugables ya conocidos previamente, pero introduce nuevos escenarios y algunas (pocas) mecánicas. «Gravity Rush 2», videojuego de acción y aventura de estética anime, vuelve a coquetear con habilidades gravitacionales.

El jugador vuelve a ponerse en la piel de la fémina Kat que, tras un devaneo inicial, se pone firme en el momento en el que recupera sus poderes que le permite maniobrar y utilizar la gravedad a su antojo. Por su puesto, con el gato cósmico Dusty una vez localizado, la aventura comienza en la inmensa ciudad flotante Hekseville, de la que tiene que convertirse en su esperada salvadora.

Un escenario abierto que oculta diversos secretos, actividades secundarias, desafíos oníricos, zonas perdidas y, por supuesto, las acometidas de los invasores, unos estraños seres a los que se les conoce como Navi.

Estos enemigos, de diversos tamaños y poderes, son los principales obstáculos que hay que superar para avanzar. Ante el nuevo peligro que ha emergido, la reina de la gravedad se enfunda su traje para solucionar el problema gracias a sus poderes, algunos engrandecidos como la capacidad de sacar provecho a los campos magnéticos que le permite, por ejemplo, lanzar objetos a los rivales, lo que añade más opciones a sus duras patadas. Ese sistema de lucha, por ejemplo, se ha modificado ligeramente en comparación con la primera versión. Ahora son más pesados y fuertes, más variados e, incluso, con unos controles más intuitivos si cabe.

En general, y mientras averigua algunos conflictos sobre su pasado personal, se debe enfrentar a diversos enemigos y jefes finales gracias a tres estilos de combate. Cuando tu nivel de gravedad se vacía de energía ya no puedes controlar la gravedad. La energía, pues, se recupera por sí sola con el tiempo si no se emplea ningún poder de gravedad.

Son aspectos a tener en cuenta durante las transiciones y enfrentamientos. La historia, por otro lado, se recurre a sucesión de viñetas en las que se van intercalando los diálogos, aunque en ocasiones es difícil seguirla con detenimiento, y más si no has jugado al primero. Con ello se pierde algunos sucesos importantes, aunque gana a nivel técnico.

Con su particular y artístico estilo cómic, el videojuego logra con este particular sistema de control (original y muy interesante) poner de relieve giros y vuelos sin parangón, dotándole así de una gran emoción en su comportamiento más que de movimientos precisos. Con ello, en ocasiones uno no sabe en qué posición se encuentra, si arriba o abajo, pero el cielo se convierte en un escenario más dentro del universo de «Gravity Rush». Ésta adorable heroína capaz de alterar este mundo salta a un escenario en donde se encuentran interesantes actividades y se agolpan viandantes y que, pese a que se desequilibra con facilidad la diversión, tiene momentos gloriosos.