«Gears of War» se lava la cara en Xbox One diez años después

El videojuego de disparos en tercera persona se remasteriza con un resultado muy conseguido y se añaden más contenidos

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Tiene algo especial. La sobredimensionada fisionomía de los soldados son otro de sus detalles más característicos. Acostumbrados a la perspectiva subjetiva, los «shooter» encuentra un gran atractivo en tercera persona. Y «Gears of War» pasea por la guerra futurista como una bola de demolición, destruyendo todo lo que toca.

El juego se ha remasterizado para la consola Xbox One y el resultado es, francamente, brillante. Es un lavado de cara más que aceptable, al contrario de lo que sucede en otros títulos lanzados en la nueva generación. Con «Ultimate edition», el jugador se vuelve a poner en la piel de Marcus Fénix, experto en el manejo de las armas y perteneciente a la coalición de gobiernos ordenados.

Pero aunque el jugador viva momentos ya vividos el cambio de imagen repercute en la experiencia. El escalado, los detalles, la nitidez, la iluminación. Todo huele a nuevo y permite calibrar en pantalla una calidad gráfica (1.080 p) que asombra a los ojos.

El telón se levanta justo cuando el personaje jugable, adormecido, se encuentra en una cárcel. Una década después de la invasión, este antiguo héroe de guerra caído en desgracia se reincorpora al ejército tras cuatro años apartado del fuego. El Escuadrón Delta le acoge de buen grado. Su objetivo: destruir la fuerza de los locust, una horda de extrañas criaturas que emergen de las profundidades del planeta. Y los jugadores comienzan su andadura intentando sacarse las motas de polvo acumuladas tras el obligado retiro. La primera misión es rescatar al pelotón Alfa y destruir un resonador para detectar los túneles de los enemigos, primera fase antes de acometer su destrucción mediante el empleo de una bomba.

Otro de los atractivos de este título dirigido por The Coalition es la inclusión de cinco misiones de la campaña nuevas respecto al contenido original. Estos capítulos pertenecientes al modo campaña (que se puede disfrutar incluso en pantalla dividida) describe la lucha del pelotón en la estación de Timgad y su enfrentamiento contra un aterrador y enorme Brumak.

El modo multijugador (2-8 jugadores), que permite competir con otros jugadores a través de internet en zonas de guerra, masacre o ejecución, incluye también tres nuevos mapas de localización y alguna que otra característica, como un modo de dos contra dos, además de una demanda cada vez mayor por parte de la comunidad de jugadores: los ansiados (y estables) 60 frames por segundo.

La experiencia, grosso modo, no cambia respecto a otros títulos. Se incluyen la capacidad del jugador para revivir a otros personajes o la posibilidad de cambiar de arma mientras se acelera. El sistema de combate es frenético. El intercambio de disparos es elevado, por lo que es obligado utilizar las coberturas que nos encontramos a nuestro paso. De hecho, ese último aspecto fue uno de los que redefinió en su momento el género. Aunque se ha hecho un buen trabajo, en otros detalles adolece de cierto encanto, como es el caso de la Inteligencia Artificial implementada en los movimientos de los enemigos que en ocasiones, deja algo que desear.

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