Sergio García, cofundador de SocialDrive
Sergio García, cofundador de SocialDrive
ENTREVISTA

«La DGT sabe perfectamente cómo funciona nuestra aplicación»

La plataforma española SocialDrive, inmersa en una ronda de financiación, nació en 2014 para informar gracias a la comunidad de usuarios del estado del tráfico y las carreteras. Ahora se alía con los agentes de movilidad para intercambiar información en materia de seguridad vial creando una nube de alertas que permitan anticiparse al tráfico

MADRID Actualizado: Guardar
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«La idea surge al detectar que hay un nicho de mercado que la gente quiere saber lo que se encuentra en la carretera mientras conduce». Así recuerda Sergio García el nacimiento, en marzo de 2014, de la «startup» española SocialDrive, una especie de Waze «made in Spain». El coche sigue siendo, después de muchas décadas, el medio de transporte más extendido en la sociedad, también en España, donde se calcula la existencia de 28 millones de vehículos.

Unas cifras que, a golpe de retenciones y caravanas, se hace insostenible. Desesperante es el hecho de enfrentarse, volante en mano, al tráfico lento durante las horas punta y en las operaciones más importantes que se registran a lo largo del año en las carreteras españolas.

El deseo de evitar más muertes -sobre todo, en un año en donde han regresado los picos más altos de hace una década- ha hecho presión sobre la aparición de radares y, con ellos, la llegada de multas que duelen a los bolsillos de los contribuyentes.

Esta aplicación de capital 100% español ha vivido su particular travesía por el desierto. Desde su creación la Dirección General de Tráfico (DGT) y los agentes de policía han mirado con lupa sus actuaciones al permitir, según su software basado en la colaboración ciudadana, alertar y anticipar a sus usuarios la existencia de radares. Pero, a partir de ahora, la firma ha dado un giro trazando su particular alianza para ayudar y no entorpecer.

La Policía ha estado vigilante ante la llegada de este tipo de soluciones. «Desde un principio nos pusimos a disposición de los agentes de movilidad y solo permitimos avisos relacionados con el tráfico. La DGT sabe perfectamente cómo funciona la aplicación y es útil para conocer el estado de las carreteras», puntualiza a ABC uno de sus cofundadores. De hecho, la DGT y SocialDrive han alcanzado un acuerdo para «intercambiar información en materia de seguridad vial creando una nube de alertas que permitan anticiparse al tráfico».

Inteligencia colectiva

Disponible para los sistemas operativos iOS y Android -la firma trabaja en la adaptación a Windows Phone-, SocialDrive se nutre de la comunidad de usuarios para informar al resto de la ubicación de un radar, controles y otras incidencias. Una especie de red social especializada. Para evitar que se den casos de fraude y engaños, los responsables del proyecto aseguran que han integrado un algoritmo diseñado para comprobar la interacción de los usuarios y comprobar los avisos enviados. «Comprobamos la fiabilidad de los avisos. Es 100% fiable porque todos los avisos pasan por unos filtros para que no perjudique a la comunidad de conductores», asegura García.

La «app», que acumula ya casi dos millones de usuarios (datos de la empresa), ha crecido en los últimos meses mejorando las conexiones entre los conductores, agilizando los procesos de compartición de alertas y ensayando con diferentes modelos de negocio. Actualmente, SocialDrive se sustenta en base a inserciones publicitarias, pero la idea es «pivotar hacia un modelo premium para ampliar las capacidades», adelanta a este diario su cofundador. Y ese camino pasa por crear acuerdos con otras compañías relacionadas con la conducción y ofrecer, así, «más servicios al usuario».

La compañía trabaja desde Galicia y a partir de este año mudará su sede a Madrid. Cuenta, en la actualidad, con ocho trabajadores y el reto es duplicar la plantilla a lo largo de 2017. Un reto ambicioso para una empresa emergente que, por ahora, trabaja en una ronda de financiación para recibir una importante inyección económica. Otro de los retos que se plantean los responsables del proyecto es mejorar la aplicación e integrarlo, incluso, en las consolas de los coches que incluyen ya sistemas de conexión.

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