Vista del interior del primer coche autónomo del grupo francés PSA Peugeot Citroën
Vista del interior del primer coche autónomo del grupo francés PSA Peugeot Citroën - EFE/KIKO HUESCA

Crece el temor de los estadounidenses a la tecnología de vehículos autónomos

Un 49% de los llamados «baby boomers», nacidos entre 1946 y 1964, señalaron que su principal preocupación en los vehículos autónomos son los fallos o errores tecnológicos, mientras que esa cifra cae hasta el 30% en la Generación Z (entre 18 y 28 años)

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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Los estadounidenses temen cada vez más los posibles fallos de la tecnología de los vehículos autónomos a medida que se acerca el momento en el que empezarán a circular en las carreteras del país, según un estudio dado a conocer este martes.

El informe, realizado por la firma J.D. Power, también constató las diferencias generacionales a la hora de confiar en las nuevas tecnologías que hacen posible la conducción automática.

Un 49% de los llamados «baby boomers», nacidos entre 1946 y 1964, señalaron que su principal preocupación en los vehículos autónomos son los fallos o errores tecnológicos, mientras que esa cifra cae hasta el 30% en la denominada Generación Z (entre 18 y 28 años).

Y lo que es más importante, esas cifras de los que dicen no confiar en la tecnología autónoma han aumentado en comparación con el año pasado: once puntos porcentuales entre la Generación Z y nueve puntos entre los «baby boomers».

Kristin Kolodge, de J.D. Power, señaló en un comunicado que «en la mayoría de los casos, a medida que los conceptos tecnológicos se hacen realidad, la curiosidad y aceptación de los consumidores aumenta».

«Con los vehículos autónomos, vemos un esquema en el que la confianza provoca el interés en la tecnología, y ahora mismo el nivel de confianza está cayendo», añadió Kolodge. También destacó que un 40% de los «baby boomers» «no ve ningún beneficio en los vehículos autónomos».

Pero al mismo tiempo, tecnologías que harán posible los vehículos autónomos, como la protección ante colisiones y la ayuda a la conducción, despiertan cada vez más interés.

En estas categorías se incluyen sistemas como los de freno de emergencia, cambio de carril, cámara trasera, faros inteligentes o control de velocidad inteligente.

Kolodge opinó que «la conducción automática es un concepto nuevo y complejo para muchos consumidores; tendrán que experimentarlo personalmente para entenderlo completamente».

«A medida que sistemas como el control de velocidad inteligente, el frenado automático o el aviso de punto muerto de visión se hacen más normales, los compradores ganarán más confianza en retirar las manos del volante y permitir que sus vehículos intervengan para prevenir errores humanos», explicó.

El estudio fue realizado entre enero y febrero pasados con respuestas proporcionadas a través de internet por 8.500 personas que compraron un vehículo nuevo en los últimos cinco años.

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