La Transformación digital es uno de los retos de las empresas
La Transformación digital es uno de los retos de las empresas - FOTOLIA
ANÁLISIS

La nueva realidad de bits que agita a la empresa

La mayoría de sectores industriales son conscientes de la necesidad de adoptar herramientas digitales, pero se aplican en diferente medida

El gasto en I+D se reduce en los últimos años comparado con la medida europea

Los expertos reclaman una realineación de los modelos de negocio

MADRID Actualizado: Guardar
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Formar parte de un mundo dibujado por unos y ceros y cacharritos electrónicos hace escasamente veinte años era como intentar escalar el Everest sin crampones ni piolet. Era un reto solo al alcance de unos pocos. Pero internet lo ha cambiado todo de un plumazo. También en la industria. Ya no se cuestiona hoy en día que la era digital es un barco al que subirse con (obligada) naturalidad. No se discute si una empresa debe o no tener presencia en páginas web o redes sociales. Se tiene conocimiento. Y punto. Porque el «darwinismo digital» forma parte de un escenario que anima las empresas a convertirse en negocios tecnológicos.

«Ahora muchas compañías pueden dirigirse a clientes que hasta ahora pensaban que eran de otros»
Mosiri Cabezas

Es ley de vida. La transformación digital de la empresa en España, pese a no seguir el mismo ritmo que la media europea, se vislumbra como una gran oportunidad. «La tecnología está permitiendo que nuevos actores entren en sectores que no les eran propios. Ahora muchas compañías pueden dirigirse a clientes que hasta ahora pensaban que eran de otros. La tecnología es cada vez más accesible, por lo que el mundo está cambiando a una velocidad que hasta ahora no estábamos acostumbrados», explica a este diario Mosiri Cabezas, autora junto con José de la Peña del libro « La Gran Oportunidad» (Ed. Gestión 2000).

Destacadas compañías como Google o Apple, cuyos beneficios superan con creces el PIB de muchos países, han conseguido conectar con millones de personas través de internet. Pero otros sectores dedicados a negocios tradicionales han observado una capacidad de llegar a una infraestructura necesaria para los designios de la economía. «La tecnología ahora está a disposición de todos», considera esta experta. Sin embargo, esa convergencia supone una incertidumbre a las empresas de toda la vida. ¿Qué tecnologías asumir? ¿Cuáles adoptar? ¿Estar en todas partes? Los expertos reclaman un mayor acercamiento hacia plataformas tecnológicas que garanticen la posibilidad de «conectar un servicio con cualquier cliente esté donde esté».

Acercamiento al cliente

La aparición de servicios y negocios basados en las nuevas tecnologías han servido para generar un caldo de cultivo de una sociedad cambiante, que a nivel de usuario se asombra de la evolución vivida en pocos años, y que la empresa debe aprobar una asignatura, de momento aún pendiente. «Antes había gente que alquilaba su habitación. Ahora, internet junto con plataformas tecnológicas permiten definir negocios que pueden poner en aprietos a otros modelos industrializables y a sectores tradicionales», considera.

«Las empresas que van a tener éxito en el futuro van a tener que atender bien a los clientes con servicios y aplicaciones nuevas»
Chris Lewis

El mundo de los negocios y la sociedad vive un momento en el que el software y las aplicaciones están redefiniendo la estrategia de las empresas. «La realineación de los modelos de negocio nuevos para mejorar una empresa y la conexión con sus clientes es una de las razones importantes, porque vivimos un momento de cambio a alta velocidad», argumenta a ABC Chris Lewis, Country Manager de CA Technologies en España y Portugal. Es sorprendente si se observan los cambios sufridos en los últimos 15 años; el 48% de las empresas que estaban antes del año 2000 no tienen la misma forma actualmente. «Han cambiado su forma existencial, las expectativas de los clientes han cambiado radicalmente».

De aquí que las empresas, al menos las de mayor volumen, hayan pisado el acelerador para subirse el tren del futuro. La pyme, sin embargo, corre el riesgo de descolgarse. «Las que van a tener éxito en el futuro van a tener que atender bien a los clientes con servicios y aplicaciones nuevas. Van a tener que ofrecer un servicio mejorado, van a tener que pensar en el cliente como el centro de toda su estrategia», añade.

Hay muchas preguntas sin resolver. Se intenta desvelar si el nuevo reto es convertirse precisamente en una empresa de software. «Ése es el punto de la transformación digital. Es la economía de las aplicaciones. El vínculo más importante con los clientes lo va a brindar una experiencia centrada en el software». La integración de herramientas digitales aún no vive su pleno apogeo. Únicamente el 51% de las empresas han invertido en software en los últimos tres años para enfrentar «el obstáculo y la oportunidad de la transformación digital», según datos de un informe elaborado por la firma americana. «Parece poco, pero convence que la transformación digital está en gran parte por hacer». No es el más fuerte ni el más inteligente el que sobrevive, sino el que sepa adaptarse al cambio. El precepto del que parte el «darwinismo digital» ejerce de bandera hacia la guerra del futuro. «Eso es lo que estamos viviendo. Significa que no todo es suficiente. Hoy en día el éxito de la empresa requiere de entregar una experiencia diferente y mejorada que su competidor».

Hacia la movilidad extrema

Una de las tendencias claras es la movilidad en la empresa. Tendencias y asignatura pendiente a la vez. El primer paso ha sido un portátil. El siguiente es la convergencia de la información clave y un equipamiento acorde a los nuevos tiempos. «Estamos un elemento clave en la hiperdependencia tecnológica. Es la industria 4.4 que combina los conceptos de la llamada Internet de las cosas o el Big Data para convertirse en el paradigma de la revolución tecnológica», recalca Jorge Fernández Argüelles, director de Hitachi Consulting.

La situación, no obstante, es paradójica en España. El gasto en I+D ha venido reduciéndose año tras año después de alcanzar, en 2008, su mayor pico, 14.701 millones de euros, en comparación con 2013, que se calculan unos 13.012 millones de euros, según el último informe Cotec, Fundación para la innovación tecnológica. Estos datos representan el 1.24% del Producto Interior Bruto de 2013.

En el sector privado, sucede tres cuartos de lo mismo: 6.395 millones de euros destinados a I+D en 2013 frente a los 9.662 millones de euros registrados tan solo cuatro años antes. Esta caída confirma la tendencia a la baja que se viene registrando desde entonces. España venía recuperando terreno con Europa, gracias a tasas de crecimiento en gasto en innovación superiores a las de los países líderes del continente. Los datos actuales son similares a los de 2003, lo que puede interpretarse como un «decenio perdido en términos de crecimiento y convergencia» con Europa.

Las empresas españolas comienzan, no obstante, a ser conscientes de los beneficios que aporta otras tecnologías como el comercio electrónico, sobre todo, en sectores como el turismo, ocio, moda y la restauración. A pesar de sus indudables posibilidades, las previsiones apuntan a que no va a sustituir a las compras en una tienda física. Actualmente, los clientes siguen disfrutando de la experiencia de la compra real, «offline». Prueba de ello es que grandes empresas como Alibabá o Amazon, líderes del comercio electrónico, han comenzado a desarrollar una estrategia de venta en espacios físicos. «El canal online no tiene sentido si no te permite acercarte a tus clientes, facilitarles el proceso de compra online, darles un buen servicio, fidelizarlos, cuidar el proceso de compra desde el principio hasta el final», apunta Luis García Picón, Responsable del área de Consultoría y Soluciones de Vector ITC Group.

Según otros datos, casi un 70% de las empresas asegura estar abordando procesos de transformación digital, aunque con un enfoque táctico más que estratégico, recoge un estudio elaborado por la consultora Territorio Creativo y The London School of Economics Enterprise. Entre las conclusiones destaca el hecho de que tan solo la mitad de las empresas «se encuentran capacitadas» para enfrentarse a este proceso de cambio, mismo porcentaje de empresas que desaprovechan estas herramientas digitales. Los sectores más avanzados son: Energía y Utilities, Banca y Seguros, Salud, Automoción, y Turismo y Transporte, y los más atrasados: Moda y Belleza, Servicios, Cultura, Ocio y Entretenimiento, y Distribución y Retail. También destaca que a mayor facturación mayor grado de implantación.

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