La necesidad de un nuevo modelo para los creadores de contenido

Brandon Jones apareció en el podcast de Kinda Funny Games a principios de marzo, uno de los podcast de videojuegos de mayor seguimiento, para adelantar que después del cierre inesperado de Gametrailers, el equipo se había reunido varias veces para ponderar ideas de cómo seguir adelante.

En un principio su audiencia se temió lo peor, que el grupo de profesionales que habían conseguido realizar una de las mejores coberturas de la prensa especializada se iba a desintegrar, con sus figuras más visibles huyendo hacia otros medios que todavía plantaban batalla y las más recatadas, que no cuentan con una personalidad ante cámara tan atrayente, iban a salir por completo del sector.

Sin embargo, el grupo se mantuvo unido, salvo alguna excepción, decidió probar suerte y lanzó una campaña en Patreon, la plataforma online de mecenazgo por excelencia, y la respuesta ha sido abrumadora.

En apenas una semana han conseguido encaramarse hasta los 34.000 dólares mensuales, fruto de la aportación de algo más de 4000 patronos. Un éxito sin paliativos que les va a permitir seguir adelante, a pesar de que haya que repartir entre siete y estén ubicados en una de las ciudades más caras de California.

Easy Allies es el último gran éxito de una plataforma que nació en mayo de 2013 como un mecanismo para apoyar financieramente a músicos, pero que con el paso del tiempo ha demostrado funcionar como sistema de suscripción para muchos creadores de contenido para la popular red de videos YouTube. Los creadores establecen sus campañas basándose en escalas de aportaciones que dan acceso a diferentes contenidos o privilegios, como poder escuchar el podcast un par de días antes, que su nombre o el de su compañía aparezca entre los patrocinadores o participar con comentarios.

La mayoría de las aportaciones son pequeñas, de unos 5 dólares al mes, pero algunas escalas llegan hasta los 500 dólares o más, y se llevan a vender. A diferencia de la plataforma de micromecenazgo Kickstarter, la plataforma de «crowdfunding» Patreon asegura una cantidad fija al mes, lo que facilita la planificación de los creadores de contenido. No tienen la seguridad de una gran compañía detrás, pero cuentan con el apoyo directo de su audiencia, lo que ofrece una libertad sin parangón.

El éxito del Patreon de Easy Allies ha cogido desprevenidos a sus miembros, pero evidencia el nacimiento de un nuevo modelo. Aunque su contenido llegue a mucha gente, al menos existen 4.000 personas que están dispuestas a pagar 5 dólares al mes para apoyar directamente la producción de un contenido que les informa y les entretiene al mismo tiempo.

Easy Allies defiende la idea de que merece la pena tener una conversación abierta sobre videojuegos en todas sus facetas: como entretenimiento, como objetos culturales o como industria; y existe un grupo de gente dispuesto a pagar por ello. Con la crisis de la prensa especializada, tan cuestionada por sus tratos a veces demasiado cercanos con la industria, Patreon se erige como un nuevo modelo para el futuro.