Android-iOS: qué diferencias existen en el duopolio del «smartphone»

Android, líder en penetración

Google y su matriz Alphabet se enfrentan a una multimillonaria sanción económica tras una investigación llevada a cabo por la Comisión Europea, que acusa a la empresa de abuso de poder con su sistema operativo para dispositivos móviles Android, el de mayor penetración del mundo, con una cuota de mercado del 80% a nivel global, según la firma de análisis Gartner, (datos de febrero). En España esa cifra asciende hasta el 90%, según los datos de Kantar Worldpanel (datos también de febrero).

Adaptable

En cualquier caso, esta plataforma sigue siendo la que goza de mayor poder de concentración del mundo. Está presente en un sinfín de dispositivos móviles, entre ellos, Samsung, la marca que ha hecho fuerte a Android en los últimos años, pero también en otros diseños de Sony, Huawei, Xiaomi. Su concepción como sistema operativo basado en código abierto ha permitido que los fabricantes la adapten a sus necesidades (e intereses, claro).

Por ejemplo, en el caso de la firma china Xiaomi se incorpora, en el caso del modelo más reciente, el Mi5, una versión propia denominada MIUI 7 que trabaja sobre Android 6.0 Marshmallow, hasta la fecha la versión disponible más actual. Otro caso se encuentra en Samsung, que ha desarrollado su propia interfaz, denominada TouchWiz, que consiste en una capa de personalización que dota de una apariencia diferente a la proporcionada por Android en su aspecto «libre».

Ventajas

Precisamente, esa visión es la que ha permitido a Android un mayor crecimiento. Su descarga, gratuita y libre, ha favorecido a su incorporación en múltiples modelos de dispositivos, independientemente de la gama, lo que a su vez ha ayudado a catapultar a fabricantes emergentes a poder competir con sus desarrollos tecnológicos, ya que los dispositivos que adaptan este sistema pueden rebajarse de precio y llegan a ser hasta más baratos que sus competidores. De ahí que el espectro de versiones sea tan amplio, pudiéndose adquirir un «smartphone» con un hardware modesto por cien euros. Además, la comunidad de Android, a su vez, es muy activa y aporta todo tipo de aplicaciones al «marketplace», que es mucho menos restrictivo que el Apple Store.

Inconvenientes

Uno de sus inconvenientes vienen de las actualizaciones. Aunque aportan gran valor, puede acelerar la llamada obsolescencia programada, haciendo que un terminal con hardware inferior no adaptable a una versión más reciente no funcione de manera correcta. Por otro lado, y al ser el más utilizado del mundo, es el sistema operativo más atacado por los ciberdelincuentes y los expertos le acusan de contener importantes vulnerabilidades.

Aplicaciones preinstaladas

Sin embargo, y es lo que trata de dirimir la Comisión Europea, es si Google ha obligado a los fabricantes que desean utilizar este sistema operativo a mantener necesariamente una serie de aplicaciones de la firma norteamericana, que asegura que los acuerdos son «voluntarios». Lo cierto es que se da el siguiente caso: cuando un usuario adquiere un terminal con este sistema operativo se encuentra con una serie de aplicaciones similares (como reproductores, galerías, lectores de libros), es decir, para que nos entendamos, que sirven para lo mismo.

Hablamos de una serie de aplicaciones que vienen preinstaladas por defecto, como el servicio de mensajería Hangouts, Maps, el navegador Chrome, la tienda virtual Google Play, el servicio de música Play Music, la plataforma de videos YouTube, el gestor de correo Gmail, editor de video o el calendario, entre otros.

Acceso «root»

No obstante, cualquier usuario puede eliminarlas. Pero mediante el empleo, digamos, de un «truco». Se llama hacer «root», que consiste en acceder a los permisos y privilegios del sistema. Una vez con acceso «root» se pueden borrar, ganando además memoria interna. Teniendo en cuenta que hay muchos terminales que cuentan únicamente con 8 GB o 16 GB de capacidad, cualquier espacio es bienvenido.

iOS, la catapulta de Apple

A diferencia de Android, Apple apostó desde el que el iPhone hiciera su debut en 2007 por iOS, sistema operativo cerrado y controlado por la propia marca. Trabajar tanto el software como el hardware en paralelo ha permitido desarrollar dispositivos móviles que pueden presumir de ser eficientes y robustos. Su concepción hace que los usuarios que deseen utilizarlo deben tener disponible un terminal de la propia marca. Actualmente, cuenta con una cuota de mercado del 17% a nivel global, un 9.1% en España.

Ventajas

La plataforma de Apple ha permitido trabajar en paralelo, sincronizado y en conjunto con otros dispositivos de la firma de la manzana. La interfaz es única y apela a la sencillez y a un manejo intuitivo. Además, para incorporar aplicaciones en la Apple Store se debe pasar un «filtro» y aprobación por parte de la empresa, lo que garantiza la ausencia de «malware», aunque en alguna ocasión se les ha «colado». Sin embargo, lo que puede ser una ventaja es también un inconveniente, ya que si un usuario desea instalar una «app» de terceros y esta no se encuentra no podrá hacerlo.

Inconvenientes

La primera de ellas es la personalización. El usuario de iOS debe ajustarse a los requerimientos establecidos por Apple. Está en este aspecto muy limitada en comparación con Android, aunque para muchos usuarios esta característica le resulte indiferente. Otro aspecto negativo es la compatibilidad con ciertos archivos.

Aplicaciones preinstaladas

Aunque depende en cierto modo de la versión que disponga el usuario, iOS cuenta con un paquete de servicios y herramientas propias, que vienen instaladas por defecto en el dispositivo. Hablamos de Mensajes, las videollamadas mediante FaceTime, la Galería de fotografías, el calendario, su propio servicio cartográfico Apple Maps, los recordatorios, editor de videos, las Notas, la aplicación de salud, así como una brújula, los resultados de bolsa, notas de voz, el tiempo o Wallet.

Acceso «jailbreak»

Pero aquí también existe una opción para acceder a los privilegios. Se llama «jailbreak» y consiste en un proceso por el cual un usuario puede saltarse las limitaciones del sistema operativo y ejecutar software no autorizado por Apple. Sin embargo, puede plantear problemas como infectarse por virus, así como la incapacidad de instalar futuras actualizaciones.