Vaya sorpresa se llevaron los dueños de esta sombrilla cuando se dieron cuenta que su parasol había sido ocupado por unos intrusos muy peculiares: una vaca y su cría.
Todo ocurrió en la playa de Bolonia cuando una vaca junto a su cría se acercaron hasta el área donde estaban las sombrillas y se colocaron debajo de una, protegiéndose del sol ante la mirada de decenas de veraneantes que no daban crédito a lo que veían.
Tanto la vaca como el ternero se quedaron un rato cobijadas en la sombra, tal y como publica La voz del Sur.
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