Bayaceto padece progeria
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El extraño caso a lo «Benjamin Button» del niño de 4 años que parece tener 80

Bayaceto Hossain padece una rara enfermedad que hace que su cuerpo sea como el de un anciano

Madrid Actualizado: Guardar
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Bayaceto Hossain, de 4 años de edad, vive al sur de Bangladesh. Sin embargo, no es un niño normal, pues padece una extraña enfermedad que hace que parezca que tiene 80 primaveras a sus espaldas. Así lo atestigua tanto su aspecto físico (sus ojos hundidos y su piel floja) como sus problemas físicos (más típicos de un anciano, que de un niño). Todo ello, debido a una rara enfermedad llamada progeria.

Hossain padece esta enfermedad desde que nació, una rara acepción que -como bien destaca la página especializada MedlinePlus, suele verse en pocas personas: «La progeria es una afección infrecuente. Se destaca porque los síntomas se asemejan bastante al envejecimiento humano normal, pero ocurre en niños pequeños.

En la mayoría de los casos, no se transmite de padres a hijos. En algunas pocas ocasiones, se observa en más de 1 niño en una familia».

El caso de Hossain es el habitual para esta dolencia: parece un jubilado a pesar de no haber llegado siquiera a la adolescencia. Así queda claro al ver su cara inflamada, sus ojos hundidos y su piel flácida. Y esto, únicamente en lo que se refiere a su apariencia. Y es que, a nivel físico cuenta con unos dientes débiles, unos huesos que parece que llevan funcionando años y años, y dificultad para orinar cada vez que va al baño.

Su rara condición hace que (a pesar de que tiene una inteligencia superior a la media) el resto de niños no quieran acercarse a él, tal y como afirma la versión digital del diario « Daily Mail». «Su crecimiento físico es completamente anormal, pero mentalmente tiene una conversación maravillosa. Es muy intuitivo para su edad. Él no se parece a otros niños, parece un anciano, como madre no puedo soportar el dolor de verle así», explica su madre, Tripti Khatun, de 18 años.

En palabras de esta mujer, el niño nació en 2012 y, nada más verle por primera vez, se percató de que algo no andaba bien. «Los médicos me dijeron que jamás habían visto algo así. Nos advirtieron que no se podía hacer nada. A medida que pasaron los meses, Bayaceto fue creciendo de forma mucho más rápida que el resto de los niños. Y esto, según los doctores, es solo el principio, pues los pequeños con esta enfermedad suelen fallecer por problemas como paros cardíacos repentinos, así que es necesario vigilarles constantemente.

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