Nada podía impedir que el capitán Anthony Burch asistiese al nacimiento de sus hijos . Ni siquiera los casi 10.000 kilómetros que lo separaban de su esposa , Mary Pat, tal y como recoge el 'Daily Mail' . Burch, un militar destinado en Corea del Sur, tuvo la fortuna de haber vivido un alumbramiento de lo más original . La distancia imposibilitaba que estuviese de cuerpo presente en la sala, pero pudo ser testigo del parto de los cuatrillizos gracias a la tecnología . Gracias a una llamada de Facetime , con un móvil que sujetaba una enfermera, pudo observar el conmovedor momento en el que Henry, Molly, Nathaniel, y Samuel veían la luz por primera vez. Noticias relacionadas Llora desconsoladamente al escuchar de nuevo el corazón de su bebé fallecido El emocionante reencuentro de un veterano americano con su novia vietnamita de la guerra
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