El árbol sagrado de la isla de El Hierro, el«Garoé», era capaz de captar y destilar el agua de las nieblas que a él llegaban
El árbol sagrado de la isla de El Hierro, el«Garoé», era capaz de captar y destilar el agua de las nieblas que a él llegaban - GAROÉ

Un manantial en el cielo de Canarias

Un ingeniero de las islas sacará a la venta el agua «Garoé», fruto del desarrollo de los captadores de niebla en los que ha trabajado casi una década

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De la conjunción de una leyenda ancestral, un fenómeno físico real y una idea original no tiene por qué derivarse un buen negocio, en principio. Sin embargo, Theo Hernando cree que así puede ser y por eso ha querido unir estos tres factores para comenzar a comercializar agua embotellada proveniente de las nubes que surcan los cielos canarios. La leyenda es la del árbol sagrado de la isla de El Hierro, el «Garoé», que maravilló a los conquistadores por su capacidad para captar y destilar el agua de las nieblas que a él llegaban y cuyo tamaño era tan grande que permitía a los antiguos bimbaches (tal el nombre del pueblo aborigen herreño) abastecerse solo con sus servicios.

Pero el hecho cierto es que, alcanzase o no para toda la población, a la altura donde se ubicaba ese árbol -1.000 metros, hasta que un temporal acabó con él- y con la orientación que tenía la ladera que lo albergaba, la niebla se podía condensar en sus hojas y caer convertida en agua potable. De hecho, hoy un tilo de menor tamaño que aquel hace lo mismo a diario para que se maravillen los visitantes de la pequeña isla canaria.

Captadores tridimensionales

En eso pensó Theo Hernando, que ha aportado su saber hacer en materia de captación de agua, para un desarrollo de lo que ya se conocía hasta el momento, los captanieblas planos o de «tipo chileno», en una continua búsqueda de optimizaciones y evolución hasta llegar al modelo tridimensional. «Aunque hemos conseguido dar enormes pasos a nivel internacional con nuestros captadores tridimensionales, sabemos que a esta tecnología le queda mucho por delante por desarrollar y esto nos entusiasma», afirma del otro lado del océano, ya que el contacto con ABC Natural se produce durante un viaje de negocios a México, adonde tiene pensado llevar su saber hacer en la materia.

Botella de agua «Garoé»
Botella de agua «Garoé» - GAROÉ

«Los proyectos que nos sirvieron de referencia inicialmente fueron los desarrollados en Chile desde los años 70 a los 90, cuando con captadores planos comenzaron a crear instalaciones para el abastecimiento de pequeñas poblaciones», explica. Pero el suyo, que le ocupa a este ingeniero desde su trabajo final de carrera, en 2008, tiene la peculiaridad de aportar evolución a una tecnología que parecía hasta el momento estancada. Su estructura, de materiales semirrígidos, soporta vientos relativamente fuertes, de hasta 80 kilómetros/hora y tiene la versatilidad que les da el hecho de ser abatibles, lo que potencia su capacidad de captación. Todo esto hace que mientras las estructuras planas no pasan de unos 70 litros por día, las ideadas por Hernando llegan hasta los 500 litros de agua. Las instalaciones desde donde se proveerá el agua que comercializará con el nombre de «Garoé» se ubican en la corona forestal del Teide, en Tenerife, a más de 1.700 metros de altitud y en una ladera de la vertiente norte, en lo alto del municipio de La Victoria de Acentejo. La humedad que da origen al intenso verde de la zona, que maravilló a Humboldt y a todos los que visitan el norte de Tenerife, será la misma que aparecerá condensada en las botellas de «Garoé» a partir de esta primavera.

Los captadores son capaces de «apresar» 500 litros de agua al día

«Algo muy interesante de este proyecto es su capacidad de reproducción en otras partes del mundo», explica el ingeniero. «Ayudándonos de la última tecnología, podemos controlar plantas de captación y producción a distancia, por lo que estamos iniciando la externalización de la empresa en otros países, realizando réplicas del proyecto original que hemos creado en Canarias». Las aplicaciones de estos sistemas son muy diversas. Dado que están basados en la idea de que se obtiene agua «del aire» en zonas aisladas, de ella pueden beneficiarse las políticas de medio ambiente, pensando en la lucha y prevención de incendios, la reforestación y el sostenimiento de zonas de vigilancia. También la agricultura, poniendo el sistema al servicio de balsas para riego o para abrevaderos de animales salvajes y de pastoreo. Incluso, y recordando el caso de El Hierro y su árbol mítico, asimismo puede abarcar el suministro para pequeñas poblaciones rurales y la mejora de aguas duras a través de la mezcla con esta otra agua, mucho más pura. Cuenta con una ventaja adicional para el almacenamiento a altura, ya que reduce la factura energética puesto que no precisa de una planta de bombeo desde las zonas más bajas. Incluso, hasta podría generar electricidad si se derivara el agua por el simple efecto de la gravedad a través de una turbina. Todas son aplicaciones que multiplicarían de forma innovadora las virtudes del sistema. Mientras tanto, los captadores de agua del norte de Tenerife recolectarán agua de las nubes para llevar, encerrado en una botella, el secreto de los antiguos bimbaches y su árbol sagrado.

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