Josabel Belliure: «La Antártida nos está gritando que cambiemos de actitud»

El continente helado se ha calentado 2,5ºC en un siglo, pero aún hay margen para gestionar el cambio global, opina esta profesora de Ecología de la Universidad de Alcalá de Henares, recién llegada de la XXXI Campaña Antártica Española

Josabel Belliure ha participado en el proyecto «Pingufor» durante la XXXI Campaña Antártica Española JOSABEL BELLIURE

RUTH PILAR ESPINOSA

Josabel Belliure fue una de las dos primeras mujeres que pisó la Base Gabriel de Castilla, situada en la Isla Decepción (océano Antártico), donde se despiertan al ritmo de la música que eligen los responsables de las labores de cocina y limpieza ese día. «Resulta muy interesante lo que comentan algunos compañeros que han estado en campañas en que no había chicas: que el ambiente en la base es mucho mejor cuando también hay mujeres», asegura esta profesora de la Universidad de Alcalá de Henares. Dentro de la línea de investigación en ecología animal , «con especial atención al estudio del comportamiento», Belliure ha trabajado con diversas especies de vertebrados, «generalmente reptiles y aves». Y dentro de éstas últimas, destacan los pingüinos. Esta alicantina, de hecho, acaba de regresar de su quinta campaña antártica española , cuando se cumplen 25 años desde la primera, durante la que ha formado parte del proyecto «Pingufor», que analizará el efecto del cambio global en la fisiología de los pingüinos, los denominados «centinelas de la salud». La Antártida, aunque remota, está conectada de muchas maneras con el resto del planeta: «por el agua, el aire, el flujo de animales, incluidos nosotros, los humanos, por lo que no debemos centrar la atención solo en lo que les ocurre a las especies antárticas», advierte la experta.

¿Qué se ha confirmado hasta ahora con respecto a los efectos negativos que el cambio climático ejerce sobre las tres especies de pingüino objeto de estudio dentro de «Pingufor»?

En los últimos años se han detectado cambios en las poblaciones de las tres especies que pudieran estar relacionados con el calentamiento que se viene produciendo en la península Antártica, de hasta 2,5°C en los últimos 100 años. Mientras que en el pingüino papúa se observa un aumento de sus poblaciones, el pingüino barbijo ha disminuido sus efectivos de forma generalizada en muchas colonias. El pingüino de Adelia, por su parte, con una distribución más amplia, presenta tendencias diferentes dependiendo del área. El aumento de la temperatura del agua podría ser la clave de estos cambios, pues afecta al kril, que constituye el principal alimento de los pingüinos.

Habitualmente, los estudios sobre ecología en pingüinos se habían centrado en su reproducción en tierra. ¿La novedad de «Pingufor» sería, pues, que ustedes han prestado atención a sus zonas de alimentación en el mar?

Efectivamente, las investigaciones sobre el pingüino barbijo en la Isla Decepción han proporcionado información sobre numerosos factores que influyen en el éxito de la reproducción vinculados a las colonias de cría en tierra. Con este proyecto pretendemos explorar nuevos aspectos relacionados con la actividad de los pingüinos en el mar, como es la situación de sus zonas de alimentación y el esfuerzo implicado en llegar a ellas.

Barbijo. Adelia y Papúa. ¿Alguna de ellas ha tenido más protagonismo que las otras especies durante su investigación?

El pingüino barbijo concentra una parte importante de los objetivos del estudio porque constituye una buena especie modelo y existen grandes colonias en la Isla Decepción, donde se encuentra la Base Gabriel de Castilla, por lo que nuestro acceso a ellos ha sido más fácil.

Existen grandes colonias de pingüino barbijo en la Isla Decepción

Los pingüinos constituyen uno de los reclamos turísticos de la Antártida. Las normas impiden a los visitantes, por ejemplo, acercarse a menos de 10 metros de los animales. Pero ¿cómo es la relación que se establece entre ustedes y ellos cuando les instalan los transmisores a los adultos o marcan a los pollos?

El hecho de que los pingüinos no tengan depredadores en tierra -si bien en el mar tienen a la foca leopardo- nos facilita el acercamiento a ellos, pues no nos perciben como un peligro. Además, durante la reproducción los individuos parentales se mantienen en el nido defendiendo a las crías. Todo ello nos facilita la captura tanto de los adultos como de los pollos.

¿Cuántos ejemplares, entre adultos y crías, han formado parte de su análisis?

En esta campaña hemos trabajado aproximadamente en 100 nidos, en los que hemos realizado el seguimiento de la actividad de uno de los dos parentales y hemos estudiado el crecimiento de los dos pollos de la pareja. Eso implica un total de 100 adultos y 200 pollos.

¿Qué parámetros registran los pequeños dispositivos que colocan a los pingüinos?

Estos dispositivos registran la posición mediante GPS del individuo, la temperatura del agua, la profundidad de buceo que alcanzan y la aceleración. Todos estos parámetros permiten calcular, entre otras cosas, el número de desplazamientos diarios, la distancia a la que se han alejado de la colonia de cría en busca de alimento, y el gasto energético que suponen estos desplazamientos.

¿Y qué hay del gasto energético de los investigadores, que, por supuesto, también dependen de las condiciones meteorológicas?

En la Antártida se vive a golpe de predicción meteorológica porque mucha de la actividad de los proyectos de investigación transcurre en el exterior, sobre todo la nuestra, la de los «pingüineros»: tenemos unas dos horas de camino desde la base a la colonia de cría.

La vulnerabilidad a las nuevas enfermedades podrían estar influyendo en el éxito reproductivo de los pingüinos de la Antártida

En marzo concluyó la expedición «Pingufor». ¿Cuándo presentarán sus conclusiones a partir de los datos recabados?

Aunque la expedición ya ha finalizado algunos de los objetivos del proyecto dependen de las numerosas muestras (genéticas, sanguíneas) obtenidas y que viajan a bordo del buque Hespérides del CSIC, gestionado por la Armada española, por lo que debemos esperar hasta su llegada en el mes de junio.

¿Qué han constatado, entonces, a raíz del trabajo de campo?

A partir del trabajo de campo se observa una variabilidad importante en la capacidad de los pingüinos a la hora de reproducirse con éxito; el comportamiento de alimentación o la vulnerabilidad a las nuevas enfermedades podrían estar influyendo en ello. Pero lo sabremos el próximo otoño.

¿A qué enfermedades se refiere?

Se han detectado enfermedades nuevas en la Antártida relacionadas con la presencia de parásitos, como las garrapatas. Estos parásitos han podido llegar vinculados a otras especies de aves marinas que visitan la Antártida procedentes de otras regiones del planeta.

«Me preocupa cómo se está regulando el turismo en la Antártida»

Desde el punto de vista de la Ecología, ¿qué es, como científica, lo que más le asusta de aquello que está aconteciendo en la Antártida?

Quizás lo que más me esté asustando, más allá de los datos que confirman ya algunos impactos del calentamiento, sea el ritmo al que están creciendo las visitas turísticas en el área. Ojo, no quiero que se interprete que estoy en contra del turismo allí, pero me preocupa cómo se está regulando y si realmente se dispone de datos adecuados sobre la capacidad de carga de ese ecosistema tan frágil y que todos queremos proteger y para siempre.

¿Y, en cambio, qué le alegra de lo que está observando en el continente helado?

En contraposición, los motivos de alegría procederían de la sensación de que la Antártida sigue siendo un referente para la conservación de la naturaleza; que nos lanza a gritos el mensaje de que estamos a tiempo de un cambio de actitud, ofreciéndonos una naturaleza sublime y unos paisajes sobrecogedores a pesar de los impactos que llaman a sus puertas.

«La Antártida sigue siendo un referente de naturaleza sublime»

Los militares del Ejército de Tierra desplegados en la Isla Decepción, por ejemplo, ponen en marcha desde hace varios años una simbólica campaña de «apadrinamiento de pingüinos» con fines benéficos que invita a los ciudadanos a mostrar su compromiso con la conservación de la Antártida y con el medio ambiente.

Debemos aprovechar iniciativas de este tipo para hablar de la conservación de la Antártida y de los posibles efectos negativos del cambio climático. Podemos considerar a los pingüinos estupendos generadores de sensibilidad ambiental, algo tan necesario en los tiempos que corren. Ciertamente, algo tienen los pingüinos que los hace carismáticos, hasta el punto de que prácticamente todo el mundo los conoce, y eso ¡pese a la lejanía a la que se encuentran!

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