Identifican seis olivos más viejos que Matusalén

No es habitual ver un olivo centenario o milenario. Algunos pensarán que estos soberbios ejemplares están diseminados por toda la geografía mediterránea. Y, sin embargo, en poco más de 2.000 kilómetros cuadrados, en la Mancomunidad del Territorio del Sénia -compuesta por 27 municipios de Tarragona, Castellón y Teruel- se encuentra la mayor concentración de olivos milenarios del mundo, con casi 5.000. Lo sorprendente es que se siguen identificando ejemplares.

Actualmente, hay catalogados 4.960 olivos de más de 3,5 metros de perímetro de tronco a 1,3 metros del suelo, asegura la gerente de la Mancomunidad Taula del Sénia, María Teresa Adell, que resalta que se siguen identificando y catalogando nuevos ejemplares. Fruto de este trabajo, la Universidad Politécnica de Madrid, bajo la dirección del catedrático Antonio Prieto, ha llevado a cabo un estudio, con la ayuda de las diputaciones de Castellón, Tarragona y Teruel , para datar exactamente la edad de seis olivos de la zona. El resultado de la investigación es que estos ejemplares han vivido lo mismo que Matusalén, de quien la Biblia se refiere como el octavo patriarca antediluviano y que, según las Escrituras, llegó a los 969 años.

Esta media docena de colosos, entre los 999 y 1.490 años, se enclavan en las provincias de Castellón y Tarragona . Concretamente, uno de los fechados -identificado con el número 2.814- es el que sale en la película de Icíar Bollaín «El olivo» y está situado en el término castellonense de Canet lo Roig. Tiene la friolera de 1.490 años y fue plantado en el año 527, cuando Justiniano el Grande accede al trono del Imperio bizantino .

Pero los del estudio no son ni de lejos los ejemplares más vetustos, según indica Adell, que está segura de que «hay olivos de bastante más antigüedad, ya que el tronco de algunos supera los diez metros de perímetro y algunos de los analizados tenían ocho». La gerente de la Mancomunidad Taula del Sénia calcula que aproximadamente la mitad de los 5.000 identificados podrían pasar de los mil años. El problema es que no se puede hacer un estudios de todos ellos, debido al coste de que conlleva fecharlos con total exactitud. Hace dos años, el mismo equipo de la Politécnica dató otros dos: la Farga del Arión, en Ulldecona (Tarragona), de 1.703 años, y otro en La Jana (Castellón), el número 117, que tiene 1.184 años.

El criterio para hacer estos estudios es que los ejemplares estén en zonas señalizadas que se puedan visitar. «Necesitamos tener el permiso y la complicidad de los agricultores. No merece la pena hacerlo si no se pueden ver», destaca. Con todo, Adell recuerda que los dueños «se sienten ahora muy orgullosos de sus olivos, y la mención especial del Consejo de Europa para el paisaje de los olivos milenarios ha sido todo un espaldarazo», concluye.