Denuncian las fumigaciones áereas contra la oruga procesionaria en pinares dentro de la Red Natura 2000

«Resulta alarmante que la administración española continúe impulsando la gestión forestal con tratamientos altamente agresivos para el medio natural». Así de contundentes se muestran en una nota varias organizaciones ecologistas y conservacionistas. Se están refiriendo a las fumigaciones aéreas con productos fitosanitarios, los cuales «solo pueden ser autorizadas para el control de plagas declaradas como tal y en base a razones de emergencia y cuando no existan alternativas técnicas y económicamente viables».

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha autorizado la fumigación aérea con Diflubenzurón en pinares donde, al parecer, señalan las ONG, hay un nivel alto de infestación por parte de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa).

ARBA, GRAMA, El Soto, Sierra Oeste desarrollo S.O.S tenible, Ecologistas en Acción

, WWF y SEO/BirdLife han tenido conocimiento de que estas fumigaciones ya han sido efectuadas en la Comunidad de Madrid (en 1.400 hectáreas de pinares dentro de la Zona de Especial Protección para las Aves ES0000056 “Encinares de los Ríos Cofio y Alberche”, incluida en la Red Natura 2000). Y de que próximamente se realizarán, al menos, tal y como indican en el comunicado, en Andalucía, Islas Baleares, Extremadura y las provincias de Álava y Vizcaya. Tienen de plazo hasta el 17 de noviembre para realizar las fumigaciones.

Investigadores del CSIC y de varias universidades españolas han enviado cartas a la Subdirección General de Conservación del Medio Natural de la Comunidad de Madrid y al Secretario de Estado de Medio Ambiente para alertar sobre la «gravedad» y «dimensión» del asunto: «Las fumigaciones aéreas con este producto tóxico no solo van en contra de la Directiva de Aves y de la Directiva de Hábitats, sino que también ponen en riesgo valiosos ecosistemas y la salud de las personas», explican.

Existe un «total consenso» en el seno de la comunidad científica internacional a la hora de apuntar que los pesticidas suponen «una de las principales causas de la acusada pérdida de biodiversidad evidenciada en las últimas cinco décadas» en la Tierra, subrayan en la nota.

Las ONG han criticado que no se hayan realizado las «suficientes» e «intensas» actuaciones preventivas que ante un eventual aumento de la oruga procesionaria las administraciones tendrían que haber asumido. Y citan como ejemplo la colocación de cajas nido para aves consumidoras de grandes cantidades de orugas o de un número adecuado de trampas de feronomas para capturar adultos de procesionaria. Medidas «eficaces, baratas y no contaminantes», en su opinión.