Poco a poco, la normativa europea irá poniendo las cosas más difíciles a los motores de gasóleo
Poco a poco, la normativa europea irá poniendo las cosas más difíciles a los motores de gasóleo

¿El fin de los motores diésel?

El escándalo por la manipulación de las emisiones en las pruebas de homologación de Volkswagen pone en el punto de mira a los motores de gasóleo. Cinco motivos podrían hacer peligrar su viabilidad

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La hegemonía de las mecánicas diésel en el mercado español puede llegar a su fin. Las últimas noticias han alarmado a usuarios, compradores, gobiernos… Empiezan a surgir dudas de que ese dominio se mantenga a largo plazo. Autocasion.com expone 5 razones que lo harían peligrar:

1. Desconfianza de los compradores. La organización de consumidores Facua ha manifestado su desconfianza, y la preocupación de que lo sucedido con los motores de Volkswagen sea una práctica extendida en el sector. Los consumidores, durante tanto tiempo convencidos de las bondades del diésel, se encuentran ahora confundidos. El escándalo de las emisiones afecta negativamente a la imagen de estos propulsores y va a generar muchos recelos. La decisión de compra no se decantará ya de manera inmediata por el diésel y se comenzarán a valorar otras opciones.

2. Restricciones al tráfico en las grandes ciudades. París ha sido la primera ciudad en declarar la guerra a los diésel por su mayor nivel de emisiones de NOx. La alcaldesa, Anne Hidalgo, se ha propuesto erradicarlos de la capital francesa en 2020. Por su parte, Londres estudia elevar la tasa de circulación por el casco urbano. ¿Y España? De momento no hay medidas concretas, pero durante el I Foro de Movilidad Sostenible Nissan, José Antonio Díaz Lázaro, coordinador general de Medio Ambiente de Madrid, anunció que el Ayuntamiento está trabajando en un «ambicioso plan para hacer frente a la contaminación». Cuando veas las barbas de tu vecino afeitar… Todo hace pensar que las grandes ciudades españolas seguirán la estela de las europeas y endurecerán las medidas anticontaminación.

3. La diferencia entre el precio del gasoil y la gasolina se ha reducido. Hace años, la diferencia entre el litro de gasoil y el litro de gasolina era muy abultada. Hoy la brecha de precios se ha reducido notablemente, por lo que, sin tener en cuenta otro tipo de gastos asociados al diésel, se han de recorrer muchos km para amortizar el sobreprecio que implica la compra de un diésel frente a un coche de gasolina.

4. Mantenimiento más costoso. El coste por km de un vehículo diésel siempre va a ser mayor al tratarse de mecánicas más complejas, por lo que las revisiones son más caras y las averías, también. Además, sus nuevos sistemas anticontaminación tienen que repostar AdBlue y añaden más complejidad.

5. Endurecimiento de la normativa europea. La UE está desarrollando nuevos tests de emisiones que se acercan más a la conducción real, por lo que los diésel tendrán más complicado superar la homologación. El escándalo de los motores Volkswagen obliga a la Unión a tomar medidas más severas. Es muy posible que los futuros ciclos de homologación y las normativas europeas que están por venir se endurezcan de forma que los diésel no puedan cumplirlas sin perder prestaciones.

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