La Policía Científica descarta que el incendio de Campofrío fuese intencionado

La Policía Científica no ha encontrado ningún indicio que pueda llevar aparejada la posibilidad de que el incendio en la planta de Campofrío en Burgos fuera provocado. Tras la semana de trabajo y toma de pruebas que los técnicos emplearon el pasado diciembre para explorar la zona donde se inició el fuego no ha aparecido ningún resto de sustancia acelerante, razón por la cual descartan que fuera intencionado, según publica Diario de Burgos en su edición de este sábado.

Al respecto, la Comisaría General de la Policía Científica desplazó hasta la planta de la calle de La Bureba los sistemas más modernos de investigación de incendios, donde se utilizó a los perros de la unidad canina para la detección productos inflamables, que no encontraron nada, ni gasolina, ni queroseno, ni acetona, ni ningún líquido de esta naturaleza, informa Ical.

Asimismo, en la investigación se utilizaron drones para sobrevolar el foco principal del fuego, pero las imágenes tomadas por la Policía Científica no revelaron nada extraño. La secuencia de las alarmas que saltaron con el inicio de las llamas tampoco derivó en que existiera “nada fuera de lo normal”. Por ello, la conclusión a la que han llegado los investigadores es que el origen del siniestro fue fortuito, accidental, si bien no se pronuncian sobre la causa concreta.

Lo que parece sí parece claro para los investigadiores es que el fuego se inició en los lavaderos de jumbos situados en la zona de cocidos, en el centro de la planta de Campofrío, pero los técnicos ignoran si fue por un cortocircuito. Éstas son en resumen las conclusiones que harán llegar al juzgado que instruye el caso.

El trabajo de campo de los investigadores comenzó el pasado 10 de diciembre, cuando la empresa que se encarga de la demolición de la planta cárnica abrió la primera brecha en la estructura, lo que permitió habilitar un pasillo de seguridad para que accedieran los investigadores. El hecho de que el incendio estuviera activo durante más de 10 días y el riesgo de que cayeran elementos arquitectónicos en los policías obligó a posponer la tarea de la Policía Científica hasta 25 días después del incendio, que se produjo el 16 de noviembre del año pasado.