Una mujer revisa los precios en un supermercado
Una mujer revisa los precios en un supermercado - EFE
ECONOMÍA

Las familias más ricas recortaron hasta casi un 27% su consumo durante la crisis

Los de la región están entre los hogares acaudalados del país que más restringieron el consumo

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El gasto de las familias más acaudaladas de Canarias disminuyó notablemente, casi un 27%, durante los años más duros de la crisis socioeconómica. De hecho, y aunque en principio pueda parecer paradójico, los hogares ricos de las Islas recortaron más su consumo que aquellos con menos recursos. Es más, las de la región figuran entre las familias adineradas del país que más restringieron el consumo, según BBVA Research, el servicio de estudios del Grupo BBVA.

El 10% que son los hogares acomodados del Archipiélago redujo su gasto entre los años 2007 y 2013 un, exactamente, 26,6%, un recorte que solo fue superior en dos comunidades autónomas: La Rioja (-29,7%) y Castilla y León (-29,5). Es decir, de entre las familias más adineradas de los 17 principales territorios del país, las de Canarias fueron las terceras que con más afán (o resultado) se aplicaron en poner en práctica sus particulares políticas domésticas de austeridad.

Para contextualizar ese -26,6% basta con apuntar que la media es de un -19% y que los hogares ricos de Navarra, por ejemplo, solamente disminuyeron su consumo un 4,7%.

Podría resultar sorprendente agregar a continuación que las familias desfavorecidas de las Islas, que representan alrededor del 40% del total, acortaron el gasto «solo» un 11,7%, esto es, prácticamente 15 puntos porcentuales menos que las más acaudaladas. En otras palabras: los hogares acomodados del Archipiélago empleaban en 2013 en consumibles cerca de 27 euros menos (de cada cien) que en 2007; mientras que aquellos con escasos recursos económicos gastaban «solo» 11 euros y 70 céntimos menos. «Esto no significa que las familias desfavorecidas sortearan la crisis mejor que las acomodadas, sino que el descenso relativo de su gasto en consumo fue menos pronunciado», se aclara a renglón seguido en el informe.

En todas estas cifras subyacen los problemas sociales inherentes a la crisis de los grandes números macroeconómicos. Los hogares ricos pudieron reducir mucho más el gasto porque disponen de un amplio abanico de posibilidades entre las que elegir dónde recortar (en viajes vacacionales, en comidas fuera del hogar...); en cambio, los hogares sin recursos difícilmente podrían acometer gasto superfluo alguno, sometidos como están a una situación en la que les es imposible disminuir más su consumo, un consumo que, en su caso, se ciñe a las necesidades básicas: el pago de los recibos de la luz, el agua...

El restante 50% de las familias, el que podría identificarse con la clase media, «prácticamente no ha variado su posición relativa», explica BBVA Research.

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