El empresario Publio Cordón, víctima del Grapo
El empresario Publio Cordón, víctima del Grapo - abc
TERRORISMO

Publio Cordón: el secuestro mortal de los Grapo que lleva 20 años sin descifrarse

Los terroristas se deshicieron de su cuerpo, pero no ha aparecido, lo que impide culminar la investigación del caso

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Veinte años después, el secuestro mortal del empresario Publio Cordón sigue siendo un caso abierto. Hubo juicio y condenas por el crimen, pero sin contar con todas las certezas de una investigación que, dos décadas más tarde, sigue sin haberse podido culminar porque no se ha dado con los restos mortales de esta víctima del Grapo.

Fundada en 1975, esta banda terrorista de extrema izquierda se mantuvo activa durante décadas. El secuestro de Publio Cordón aceleró la caída de esta organización criminal, ya por entonces muy debilitada.

La captura del empresario se produjo el 25 de junio de 1995, cuando hacía deporte en los alrededores de su casa. Durante años, el Grapo persistió en ocultar la verdad del crimen, alimentando la infamia que la familia tuvo que aguantar durante años, apuntando a que Cordón habría simulado el secuestro de forma pactada con los terroristas para poner tierra de por medio por supuestos problemas económicos.

El Grapo alimentó esas dañinas especulaciones con su silencio sobre la verdad del caso, pero —como sigue recordando con amargura la familia— la cúpula de Interior de la época —la recta final del Gobierno de Felipe González, con el aragonés Juan Alberto Belloch al frente del Ministerio— tampoco tuvo el más mínimo interés en zanjar aquellas mentiras.

El caso sigue abierto y lo seguirá hasta que se encuentren los restos de Publio Cordón. No porque no se sepa lo que ocurrió —quedó claro hace tiempo— sino porque no se saben todos los detalles del desenlace del crimen. En 2009, el que fuera cabecilla del Grapo y conenado también por el secuestro de este empresario —entre otros crímenes—, Fernando Silva Sande, confesó que Publio Cordón murió durante el cautiverio.

¿Confesión interesada?

La versión de Silva Sande es que el secuestrado logró salir del armario-zulo en el que le habían encerrado en una casa a las afueras de Lyon (Francia), y que al saltar por una ventana para intentar huir se hirió mortalmente.

La versión —recuerda la familia del empresario— es evidente que va en favor de los terroristas, porque les amortigua la responsabilidad directa sobre la muerte. De ahí que la pongan en cuarentena, que no le den credibilidad. Las fuerzas de seguridad son conscientes de ello. Por eso es decisivo que se encuentren los restos de Cordón, porque eso permitiría hacer análisis forenses que descifren exactamente cómo murió y hacer justicia con todas las claves del caso.

Cobraron el rescate tras enterrarlo

El crimen, eso sí, no les impidió a los grapo hacerse con un botín de 400 millones de pesetas de las de 1999, equivalentes a lo que ahora serían casi cuatro millones de euros.

Es el rescate que la familia pagó para que liberaran a Publio Cordón. Los terroristas les mintieron haciéndoles creer que estaba vivo, cuando en realidad es que ya se habían desecho del cadáver.

El «test de la verdad», sin frutos

En septiembre del año pasado, a Silva Sande se le sometió a la prueba del Potencial Evocado Cognitivo P-300, que se aplicó experimentalmente en España, poco antes, con Miguel Carcaño —asesino confeso de la joven sevillana Marta del Castillo— y con el zaragozano Antonio Losilla, presunto autor de la muerte y descuartizamiento de su esposa en la localidad de Ricla —cuyo cuerpo tampoco ha aparecido—.

En ninguno de los tres casos ha dado frutos este «test de la verdad» concebido para hurgar en el cerebro en busca de reacciones ante imágenes y frases que puedan desvelar claves de unos hechos determinados.

Silva Sande había dicho en 2009 que el cadáver de Publio Cordón lo enterraron en un paraje del Mount Ventoux, entorno popular entre los ciclistas por ser escenario de una de las tradicionales etapas de montaña del Tour de Francia. Pero las reiteradas búsquedas que se han venido haciendo allí en los últimos años no han dado resultado.

Mientras, el secuestro mortal de Publio Cordón sigue siendo un caso abierto en las unidades antiterroristas de la Guardia Civil, que continúan investigando para dar con sus restos mortales.

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