La protesta de la oposición paraliza el centro de Caracas

Manifestantes de la oposición han tomado este lunes las principales ciudades de Venezuela y paralizaron el centro de Caracas, en el llamado «plantón nacional», para exigir la salida de Nicolás Maduro del Palacio de Miraflores (sede del Ejecutivo). Pero mientras los opositores están dispuestos a llevar adelante una movilización permanente hasta que se convoquen elecciones generales anticipadas, se restituya el orden constitucional y se salga de la dramática crisis económica, el presidente Maduro tan solo ofrece unos insuficientes comicios regionales para calmar las protestas.

Al entrar en la cuarta semana de movilizaciones, los manifestantes bloquearon las calles y avenidas de las principales ciudades del país, pese a los obstáculos de las fuerzas de seguridad. En Caracas, los opositores levantaron barricadas con basura e interrumpieron el tráfico al realizar sentadas de protesta.

La Policía Nacional Bolivariana intentó impedir que los ciudadanos de la California y Petare -antiguos bastiones chavistas- se concentrasen en la autopista de Altamira, en el este de la capital.

En otros estados venezolanos, como Anzoátegui, Carabobo, Vargas, Trujillo y Sucre, también hubo disturbios que las autoridades intentaron sofocar disparando perdigones y lanzando bombas lacrimógenas. Terminó la tregua que las autoridades dieron a los manifestantes el pasado sábado, durante la pacífica «marcha del silencio» en Caracas en memoria de las 21 víctimas mortales en las protestas de los últimos días.

Los nervios del presidente

Nicolás Maduro se mostró el domingo un tanto nervioso en su programa televisivo semanal, en el que propuso convocar elecciones regionales para calmar las protestas y un diálogo bajo la tutela del Vaticano. En realidad, los comicios para elegir a los nuevos gobernadores debían haberse celebrado el pasado diciembre, pero el régimen chavista los ha retrasado porque sabe que perdería la mayoría de los 23 estados del país. En el programa «Domingos con Maduro», el mandatario se mostró «ansioso» por celebrar elecciones regionales y locales, «porque nuestro terreno natural es la lucha de ideas (en el campo) electoral». Con tal de que los opositores «abandonen los caminos de la violencia y el golpismo», Maduro dijo estar preparado para «lo que diga el Poder Electoral y el diálogo». Pero de elecciones generales, nada.

El sucesor de Hugo Chávez aseguró que son los dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) quienes no quieren elecciones «porque la gente les dio la espalda» en el reciente proceso de renovación de partidos. Por ello llevan adelante una «política extremista para los extremistas» con el objetivo de «derrocar» su Gobierno. A pesar de hacer oídos sordos a los reiterados llamamientos de la oposición y de la comunidad internacional para que adelante los comicios, Maduro insistió: «Yo quiero el camino electoral, la oposición no quiere elecciones, yo tengo poderes aquí y los utilizaré». «Algo que no se dice», agregó, es que «la oposición ha ido alargando los procesos para que este año no haya elecciones».

La protesta seguirá

En la marcha del «plantón nacional» en Caracas, el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, reiteró que solo a través del voto se restablecerá la democracia en Venezuela. Borges insistió en las razones por las que no cesará la protesta: «En Venezuela la crisis se agrava más, el país está en caos y a la deriva». Por ello, invitó al presidente de Venezuela a dejar a un lado la «hipocresía». «Tú sabes que eres el único que está retrasando las elecciones», subrayó.

Desde Brasilia, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido la celebración de elecciones en Venezuela como única salida a la crisis política y económica que atraviesa el país. «Dado el grado de enconamiento y lo inflamable de la situación, resulta perentoria una solución pactada, pero ésta tiene que pasar inevitablemente, ineludiblemente por devolver la palabra al pueblo venezolano depositario de la soberanía nacional», remarcó Rajoy en una declaración conjunta ante la prensa con el presidente brasileño, Michel Temer, informa Ep.

La situación en Venezuela fue una de las cuestiones sobre las que han hablado Rajoy y Temer dado que a ambos gobiernos les preocupa enormemente. En palabras del presidente Rajoy, las posiciones de los Gobiernos de España y Brasil sobre esta cuestión son coincidentes.