El primer ministro griego, Alexis Tsipras
El primer ministro griego, Alexis Tsipras - EFE

Nueva huelga general en Grecia contra la reforma de las pensiones

Convocada por todos los sindicatos, las protestas paralizarán tanto el transporte marítimo como los ferrocarriles

Corresponsal en Atenas Actualizado: Guardar
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Grecia se vuelve a paralizar este jueves por la segunda huelga general convocada por todos los sindicatos desde que Alexis Tsipras llegó al poder el enero de este año.

Los sindicatos, encabezados por la Confederación General de Trabajadores GSEE, el sindicato de los funcionarios ADEDY y el sindicato comunista PAME, protestan por las esperadas reformas en el sistema de jubilaciones, algo necesario desde hace años e incluido en el tercer rescate. Esta reforma y otras pendientes tendrán que ser presentada ante el Parlamento y aprobadas hasta finales de diciembre para que Grecia obtenga un plazo del rescate.

La reforma de pensiones es imprescindible para que el sistema sea sostenible en los próximos años. Pero deja claro que a partir de ahora nadie se podrá jubilar antes de los 67 años y solo quienes hayan trabajado y cotizado 40 años podrán jubilarse con su pensión completa a partir de los 62.

Además, se verán disminuidas a partir de ahora todas las jubilaciones actuales, al reducirse o eliminarse una serie de cantidades complementarias que se añadían en el pasado a la pensión principal.

Paros en el transporte

Este jueves no se efectuará ningún transporte marítimo ni funcionarán los ferrocarriles, mientras que se espera que los transportes públicos se paralicen unas horas en muchas ciudades, como en la zona de Atenas y el Pireo donde estarán inmovilizados hasta las 9 de la mañana y a partir de las 9 de la noche hasta la madrugada de mañana. En los hospitales públicos habrá servicios mínimos, como ayer y los medios de comunicación no trabajaron ayer.

Se esperan también problemas en todo el sector público, especialmente en la administración local, dado que habrá funcionarios y empleados estatales que no acudirán a su trabajo.

División en Syriza

A nadie en Grecia se le escapa la ironía de la situación: el Gobierno radical es quien presenta y hará votar por los diputados de su partido Syriza y los del partido de los Griegos Independientes que participan en su coalición estas duras reformas (que ningún gobierno anterior se atrevió a hacer aun sabiendo que eran necesarias para asegurar un sistema viable a partir del 2020). Pero el Departamento de Política Laboral del partido gubernamental Syriza ha emitido un comunicado en el que invita a manifestarse contra los programas de reformas, para «mantener viva la esperanza, contestando así a los chantajes diarios de los empresarios y de los centros políticos neoliberales del país». El partido radical hizo lo mismo en la manifestación que tuvo lugar el 12 de noviembre pasado: protestar por las medidas presentadas por su propio Gobierno.

Los observadores políticos recuerdan que no se trata de una manifestación real de los radicales, sino un intento de convencer al mundo laboral por los dirigentes radicales encabezados por Alexis Tsipras de que el partido sigue luchando por una sociedad mas justa y no abandona su lucha.

Desde el partido radical se continúa culpando de todas estas reformas necesarias a los gobiernos anteriores. Por ello, Tsipras solicitó hace unos días una reunión encabezada por el presidente de la República con los presidentes de todos los partidos representados en el parlamento la semana pasada (a la que no asistieron ni el líder comunista ni el de la extrema derecha Amanecer Dorado). El motivo era informar a todos sobre temas de inmigración, aunque quería también conseguir un amplio consenso para seguir aprobando las reformas exigidas por los acreedores, ya que su mayoría parlamentaría se ha visto reducida: tiene ahora 153 votos de los 155 obtenidos en las elecciones generales de septiembre y necesita al menos 151 para conseguir la aprobación de la reforma de jubilaciones. La reunión fue un fracaso y los líderes de los partidos que acudieron no le ofrecieron su apoyo, comenzando por la formación conservadora Nueva Democracia.

Sin embargo, no se descarta que Tsipras consiga obtener el apoyo del partido de la Unión del Centro liderado por Vasilis Levendis, que sorprendentemente entró en el parlamento en estas elecciones tras mas de veinte años presentándose ante las urnas y que obtuvo en los comicios de septiembre 3,4% de los votos y 9 diputados.

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