Votantes del CDU celebran la victoria tras conocer las primeras estimaciones de voto
Votantes del CDU celebran la victoria tras conocer las primeras estimaciones de voto - AFP

La CDU de Merkel gana en El Sarre y desinfla el «efecto Schulz»

El partido de la canciller habría conseguido el 40% de los votos frente al 30% del SPD, según los sondeos a pie de urna

CORRESPONSAL EN BERLÍN Actualizado: Guardar
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Un silencio sepulcral se impuso ayer en la sede del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) de el Sarre cuando, apenas cerraron las urnas, los medios de comunicación alemanes publicaron las primeras encuestas a pie de urna de las elecciones regionales. El gran impulso que ha inyectado en las encuestas durante el último mes el nuevo presidente del partido, Martin Schulz, se esfumaba en medio de un firme avance del partido de Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU), que ganaba claramente con el 40,4% de los votos -frente al 30% del SPD- y se anotaba un ascenso de más de cinco puntos respecto a las anteriores elecciones. La discreta presidenta de El Sarre desde agosto de 2011, Annegret Kramp-Karrenbauer, pasaba de largo al mediático y esperanza de la izquierda europea Martin Schulz

, que en su primera reacción sobre el resultado desde Berlín apenas alcanzaba a decir con voz entrecortada que «en este día, como presidente del Partido Socialdemócrata, quiero agradecer su trabajo a todas las colegas y todos los colegas, a todas las amigas y los amigos de el Sarre, aunque nuestras metas para esta noche no las hemos alcanzado».

«Esto es más bien el efecto Kramp-Karrenbauer», bromeaban, pletóricos, en la sede regional de la CDU, donde en las semanas previas a la votación se había sufrido por unas encuestas que llevaban a Schulz a empatar e incluso a superar a los conservadores. La victoria de Kramp-Karrenbauer fue sin embargo tan clara que, al cierre de esta edición, no resultaba posible todavía definir si numéricamente es posible una coalición de izquierdas que los desplace del gobierno regional.

Para que esa coalición de izquierdas funcionase habrían sido necesarios Los Verdes, que con un 4% quedaron fuera del parlamento regional. Tampoco ayuda en exceso Die Linke (La Izquierda) que obtenía un 12,4% de los votos con una pérdida de unos tres puntos, por lo que la reconciliación de las izquierdas alemanas, que habría sentado en El Sarre un notorio precedente de cara a las elecciones generales del próximo 24 de septiembre, parecía dejar paso anoche a una gran coalición entre los socialdemócratas y los conservadores cuya negociación va a resultar, por lo demás, en extremo complicada en medio de la campaña electoral.

Continuidad

A pesar de los estruendosos tambores que anunciaban días atrás cambio de gobierno, la única novedad indiscutible de estas elecciones regionales ha sido la entrada en el parlamento regional del partido xenófobo y anti europeo Alternativa para Alemania (AfD), que con algo más del 6% de los votos se hace con al menos tres diputados. «Quizá muchos medios de comunicación se dejen llevar por el efectismo de Schulz a la cabeza de los socialdemócratas, pero nosotros nos atenemos a las cifras y la fuerza política que realmente está emergiendo con fuerza somos nosotros», cantaba victoria su candidato Rolf Müller, con quien la ganadora de los comicios descartaba una vez más cualquier posibilidad de acuerdo o coalición. «Pase lo que pase, sí, pero ni siquiera hablamos de eso con semejante resultado que yo no habría imaginado ni en sueños», reconocía Kramp-Karrenbauer. «Creo que los votantes han expresado su claro deseo de continuidad, que podría tomar forma en una gran coalición», aseguraba el secretario general de la CDU en El Sarre, Roland Theis, «y sobre todo el resultado muestra una confianza indiscutible en la presidenta regional». «Es una inmejorable comienzo para el año electoral», celebraba otro miembro del partido, Michael Grosse-Brömer.

Este pequeño campo de pruebas, con solo 800.000 votantes y que servirá de base para rehacer las estrategias de los partidos pensando en las generales, ha dado la razón a los analistas que adelantaban que un empuje tan espectacular de Schulz en las encuestas y una posible coalición de izquierdas como avanzadilla de la que podría tomar en otoño la Cancillería de Berlín, no hace más que movilizar a un voto conservador cansado de Merkel tras 12 años de gobierno y descontento con los rescates europeos y con la política de refugiados de la canciller alemana, pero que a toda costa desean evitar una izquierda reunificada y en el poder en Alemania. «La culpa es de Martin Schulz», acusaba también el jefe local de Die Linke,

Bernd Riexinger, «los eslóganes y las frases sonoras quedan muy bien en las portadas de los periódicos, pero no se gana en las urnas con eso».

Más participación

No había una participación tan alta desde hacía 23 años, aumentó desde el 61,6% de las anteriores regionales hasta el 70,4%. Entre los anteriores no votantes, el partido que más seguidores pesca es AfD, pero también la CDU sale beneficiada, lo que apunta a que este año electoral la movilización será crucial para contrarrestar el “efecto Schulz”.

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