poster Vídeo
Kim Jong-nam, hermanastro del dictador de Corea del Norte, a su llegada al aeropuerto de Beijing en 2007 - REUTERS

El hermanastro de Kim Jong Un fue asesinado con un arma química

La Policía ha confirmado que fue envenenado con una sustancia extremadamente tóxica denominada VX, que actúa de manera muy rápida

Pekín Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Nuevas revelaciones en el crimen de película de Kim Jong-nam, el hermanastro mayor del joven dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un. La Policía de Malasia ha descubierto que su envenenamiento, que tuvo lugar la semana pasada en el aeropuerto de Kuala Lumpur, fue con un agente nervioso denominado VX, una potente arma química capaz de matar en pocos minutos. Incluido por la ONU en su lista de armas de destrucción masiva y prohibido desde 1993 por la Convención de Armas Químicas, se trata de un líquido aceitoso de color ámbar que ni huele ni tiene sabor, pero que puede penetrar en la piel y detener el sistema nervioso.

«Si la cantidad de este componente químico traída era pequeña, nos habría sido muy difícil de detectar», explicó este viernes el jefe de la Policía de Malasia, Khalid Abu Bakar, al dar a conocer los resultados de las pruebas efectuadas al cadáver de Kim Jong-nam.

Para descubrir este agente tóxico, uno de los más potentes del mundo, los forenses han tomado muestras de la cara y los ojos, donde dos mujeres se lo rociaron a Kim Jong-nam el lunes de la semana pasada mientras esperaba a tomar un vuelo a Macao, su lugar habitual de residencia.

Aunque ambas se lavaron las manos justo después, lo que según la Policía prueba que «eran conscientes» de lo que estaban haciendo, una de ellas cayó enferma y acabó vomitando. Junto a ellas, que portan pasaportes de Vietnam e Indonesia, han sido detenidos un malasio que es el novio de la segunda y un hombre de Corea del Norte. Además, la Policía busca a otros tres norcoreanos que podrían seguir en Malasia, entre los que figuran un diplomático y un empleado de la aerolínea estatal Air Koryo, y a cuatro más que salieron del país el día que Kim Jong-nam fue asesinado. [Lea también: ¿Qué es y cómo actúa el VX?]

Todos estos indicios, unidos a su largo historial de atentados y secuestros, apuntan directamente al régimen estalinista dirigido por Kim Jong-un, quien en 2013 ya ejecutó a su tío y regente en la sombra, Jang Song-thaek, para que nadie le disputara su poder absoluto. Con su habitual retórica propagandística, Corea del Norte niega la autoría del crimen y ha acusado a Malasia de organizar una conspiración en su contra junto a Corea del Sur, lo que ha envenenado sus relaciones diplomáticas. En esta grave crisis entre ambos países, el Gobierno malasio se ha negado a devolverle el cuerpo de Kim Jong-nam a Pyongyang hasta que se terminen todas las pruebas y si no lo reclama su familia directa en un plazo de dos semanas.

«Corea del Norte verá su imagen internacional empeorada todavía más», advirtió un portavoz del Ministerio surcoreano para la Unificación, Jeong Joon-he, según informa la agencia estatal de noticias Yonhap. El Gobierno de Seúl está convencido de que Kim Jong-nam ordenó matar a su hermanastro mayor, quien en su día sonó como sucesor al régimen norcoreano. Aunque Kim Jong-nam, que en mayo iba a cumplir 46 años, era el primogénito del anterior dictador de Corea del Norte, el «Querido Líder» Kim Jong-il, cayó en desgracia en 2001, cuando fue detenido intentando entrar en Japón con un pasaporte falso para visitar el parque de Disneylandia en Tokio. Desde entonces, vivía un exilio dorado en Macao, donde era frecuente verlo en sus casinos y hasta se permitía el lujo de criticar al régimen y la sucesión de su hermanastro Kim Jong-un, fruto de la relación de su padre con otra mujer.

A tenor de los servicios secretos surcoreanos, sobre Kim Jong-nam pesaba una orden de ejecución desde que el joven tirano tomó el poder tras la muerte del «Querido Líder» en 2011. De hecho, Kim Jong-nam hasta le habría pedido por carta en 2012 que le perdonara la vida, algo que evidentemente no ha hecho.

Tras varios atentados fallidos durante los años anteriores, Pyongyang parece haber cumplido su objetivo con uno de los componentes químicos más letales de su arsenal militar. Según calcula el Ejército surcoreano, el régimen estalinista de Kim Jong-un almacena entre 2.500 y 5.000 toneladas de armas químicas, el tercer mayor arsenal del mundo tras Estados Unidos y Rusia. A tenor de un informe efectuado el año pasado por el Instituto Coreano de Análisis para la Defensa, entre ellos destacan trece tipos de patógenos que se pueden utilizar en la guerra biológica, como ántrax, y seis agentes nerviosos como el gas sarín y el VX, que es mucho más potente y acabó con la vida de Kim Jong-nam en pocos minutos.

Ver los comentarios