poster Vídeo
Marine Le Pen y Emmanuel Macron antes del comienzo del debate - EFE

Macron, a Le Pen: «Lo que usted propone es la guerra civil»

El duro cara a cara en TV entre los dos aspirantes al Elíseo plantea un pulso vital para el futuro de la UE, por la voluntad de ruptura del Frente Nacional

París Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

A cuatro días apenas del voto final, Emmanuel Macron, social reformista, y Marine Le Pen, extrema derecha, se enfrentaron anoche en un espectacular duelo audiovisual, que pudiera influir en incierta medida en la votación decisiva, el domingo próximo, si los rivales consiguen el voto de los abstencionistas y dubitativos.

El debate, organizado por France Télévisions (FT, primera cadena pública) y TF1 (primera cadena privada), enfrentó dos visiones radicalmente enfrentadas sobre el futuro de Francia y de Europa.

En un sondeo de urgencia realizado por el diario conservador «Le Figaro», para el 60% de los primeros 14.000 votantes, Macron fue el candidato «más convincente», ante una rival percibida como «demagógica y poco seria».

Ambos candidatos ofrecieron un tono dramático a sus ideas.

«Francia está amenazada por un nuevo golpe de Estado del gran capital y la política de austeridad del euro», sentenció Le Pen. «Lo que usted propone es un proyecto de empobrecimiento y guerra civil para Francia», le respondió Macron.

Favorito de los sondeos, Macron defendió una nación abierta al mundo: «Una Francia fuerte y conquistadora en una Europa protectora». Le Pen defendió una Francia que aspira a «recobrar su soberanía política, militar y económica, en una Europa amenazada por el capitalismo salvaje».

Le Pen comenzó el duelo con un ataque a la yugular política de su rival: «Macron es el candidato de la mundialización, de la precariedad social. Yo soy la candidata que protege a la nación frente a los estragos de la mundialización. Yo soy la candidata del pueblo».

Macron le respondió de este modo: «No pienso responder a su verborrea, la demagogia de la extrema derecha racista y ultranacionalista. Usted encarna el rostro más visible de un espíritu derrotista y derrotado. Usted encarna el repliegue nacionalista, que responde con miedo y angustia a los desafíos de nuestro tiempo. Yo encarno la Francia capaz de conquistar su puesto y su rango internacional».

Cuando ambos rivales fueron invitados a razonar sus respectivos modelos, Le Pen insistió en su defensa del búnker nacional: «Europa es un desastre. El euro es una amenaza para nuestra soberanía nacional. Yo encarno la restauración de la soberanía contra los desastres de la mundialización y la austeridad europea».

«Europa es nuestro futuro»

Su oponente defendió una visión diametralmente opuesta: «Europa es nuestro futuro. Una Europa protectora, una Europa garante de nuestra prosperidad. Todo lo que usted propone es una sarta de mentiras demagógicas. Usted es incapaz de proponer nada concreto. Sus mentiras son una amenaza para nuestra libertad y prosperidad».

De nuevo, como viene ocurriendo en las últimas semanas, Europa y la zona euro estuvieron en el corazón de los dos proyectos antagónicos. La líder ultranacionalista «actualizó» su proyecto «original», el «Frexit», sacar a Francia de la UE: «Convocaré un referéndum, para proponer otra Europa. Y negociaré la salida del euro, la restauración de la moneda nacional».

Macron le respondió de este modo: «Su proyecto de dos monedas, una moneda europea, para las empresas, y una moneda nacional, para los particulares, es una barbaridad desastrosa: una catástrofe que precipitaría el empobrecimiento inmediato de los franceses».

Hablando de economía, sociedad, cultura, diplomacia, terrorismo, Le Pen esgrimió siempre la misma estrategia: «Restaurar la soberanía nacional para defender nuestra patria amenazada por Europa y la mundialización».

Macron, por su parte, insistió siempre en el riesgo «mortal» de esa visión ultranacionalista: «Para combatir el terrorismo, para combatir la inmigración ilegal, para crear riqueza, debemos trabajar con nuestros aliados europeos y trasatlánticos».

Le Pen le replicó defendiendo el «cierre de fronteras» para «protegernos». Macron estimó que el búnker nacionalista sería un desastre histórico: «El nacionalismo es la guerra. El cierre de fronteras que usted propone es el peor nacionalismo que ha provocado muchas guerras».

A través de un enfrentamiento verbal muy duro, brutal, por momentos, Le Pen y Macron se dirigían a los abstencionistas y dubitativos, intentando confirmar o cambiar de rumbo las intenciones de voto anunciadas por todos los sondeos de la última semana, muy favorables a Macron.

Con 8.7 millones de votos en la primera vuelta del 23 de abril (23,75 % total), Macron aspira a conseguir una parte sustancial del voto conservador (François Fillon) y socialista (Benoît Hamon). Sin desdeñar una parte de los votos ultranacionalistas (Nicolas Dupont-Aignan) y extremistas de izquierdas (J. L. Mélenchon).

Teóricamente, Macron pudiera tener una «reserva» de unos 8,5 millones total. Aspira a conseguir de 15 a 17 millones de votos, el domingo. Con 7,68 millones de votos en la primera vuelta (21,3 % del total) Le Pen aspira a conquistar parte del voto de Fillon, otra buena parte del ultranacionalista y una parte sustancial del antisistema (Mélenchon).

Según los mismos estudios oficiosos, Marine Le Pen «solo» tendría una reserva de 3 a 5 millones de votos. Más que suficiente para conseguir un resultado espectacular, pero insuficiente para ser la primera presidenta de la V República.

Ver los comentarios