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El legado de Hollande: más pobreza, endeudamiento y crisis social

El mandatario francés dejará su mandato como el presidente más impopular de la historia de la V República

PARÍS Actualizado: Guardar
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Instalado en el podio del presidente más impopular de la historia de la V República, François Hollande deja tras si un balance catastrófico: hundimiento histórico del socialismo, crecimiento espectacular de la extrema derecha, incremento de la deuda pública, incremento de la presión fiscal, estancamiento del crecimiento económico, incremento del paro y la pobreza.

Elegido presidente con el 51,64 % de los votos de los 37 millones de votantes de la segunda vuelta presidencial, el 6 de mayo de 2012, Hollande solo contaba con un 19 % de opiniones positivas en el último estudio de opinión del semanario independiente Le Journal du Dimanche. Cinco años de presidencia se terminan con una caída del 32,64 % de las opiniones positivas entre la opinión pública.

Desastre sin precedentes en la historia política nacional. De Gaulle, Giscard, Mitterrand, Chirac y Sarkozy no cayeron nunca tan bajo en el rechazo público.

Consciente de tal catástrofe personal, Hollande anunció el 1 de diciembre pasado que renunciaba a presentar su candidatura a la reelección. Dejaba tras si un campo de ruinas políticas.

Tras la derrota electoral socialista de las elecciones municipales de 2014, el nombramiento de Manuel Valls como primer ministro fue el principio de una grave crisis para el socialismo francés. El PS y el grupo socialista en la Asamblea Nacional se dividieron de manera fratricida, que Valls calificó de enfrentamiento entre «dos socialismos irreconciliables»: un socialismo «auténtico» (hostil a Hollande) y un socialismo «reformista» (Valls). Consecuencia de tal división, la elección de Benoît Hamon como candidato del PS a la presidencia se ha transformado en un calvario atroz. El candidato socialista parece condenado a sufrir el peor resultado de la historia del PS.

Una consecuencia«colateral» del hundimiento histórico del PS fue la aparición de una ultra izquierda populista, liderada por un antiguo ministro y senador socialista, Jean-Luc Melénchon, reconvertido en el socialismo popular «bolivariano».

El contexto económico y social

Las razones económicas, sociales y culturales del hundimiento faústico de la presidencia Hollande y el PS son bien conocidas.

El mes de mayo de 2012 había en Francia 4,36 millones de parados, en torno al 10 / 11 % de la población activa. El mes de febrero pasado, las estadísticas oficiales anunciaban 5,52 millones de parados. 1,36 millones de nuevos parados en cinco años. Unos 270.000 nuevos parados por año. Con dos agravante: la caída del poder adquisitivo de las familias; y la aparición de nuevas «categorías» de pobres, mujeres solas y jóvenes de ambos sexos.

En cinco años, Hollande ha cambiado tres veces de política económica, con un resultado final desastroso. Familias y empresas han pagado un «choque fiscal» de 50.000 a 70.000 millones de nuevos impuestos, según las estimaciones oficiales u oficiosas.

Ese incremento masivo de la imposición fiscal coincidió con un incremento igualmente llamativo de la deuda pública, que ascendía a los 1.868 millardos de euros, en 2012; para crecer hasta los 2.147 millardos a finales de 2016. Más de 379.000 millones de euros de nuevas deudas para los contribuyentes. Con dos agravantes: Francia sigue muy lejos de los compromisos de Estado con el Pacto fiscal europeo en materia de déficit público, superior al 3,4 %; y un crecimiento entre los más bajos de Europa.

Cuando España crece por encima del 3 %, Francia apenas crecerá este año un 1,3 %. Desde hace varios años, la OCDE, el FMI y la Comisión europea subrayan que la modestia del crecimiento francés es un «freno» a la recuperación europea.

Según el Observatoire des inégalités (Observatorio de la desigualdad), en Francia han aparecido un millón de «nuevos pobres» durante la última década. A finales de 2016, en Francia (66.990.826 habitantes) existían entre 5 y 8,8 millones de pobres o muy pobres. Durante el mandato presidencial de Hollande, el paro y la pobreza han crecido muy particularmente entre las mujeres solas y los jóvenes de ambos sexos.

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