Manuel Valls y François Hollande, en el Elíseo, en una imgen de archivo AFP

La izquierda francesa se rebela contra el dúo Hollande-Valls

Destacadas figuras firman un manifiesto contra las reformas del Gobierno

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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El presidente François Hollande y su primer ministro, Manuel Valls, se han convertido en blanco del resto de las izquierdas francesas, enzarzadas en una fase de enfrentamientos a garrotazos ideológicos entre familias políticas que defienden proyectos reconocidos por todas las partes como antagónicos.

Martine Aubry, alcaldesa de Lille e hija del histórico Jacques Delors, ha publicado en Le Monde un manifiesto brutal contra Hollande y su jefe de gobierno, cuyas políticas, afirma, «conducen al debilitamiento histórico de Francia y de la izquierda». El manifiesto redactado por Aubry ha sido firmado también por Daniel Dohn-Bendit y un largo rosario de personalidades socialistas que denuncian como «indecente» e «insoportable» el comportamiento político del jefe del Estado y de su primer ministro.

Aubry y sus amigos denuncian los últimos proyectos de la pareja Hollande-Valls: la reforma del Código laboral, la reforma constitucional que debiera quitar la nacionalidad francesa a los terroristas, la política «antirrefugiados» y el último plan de lucha contra el paro. Tradicionalmente prudente y comedido, tratando los debates ideológicos entre las izquierdas francesas, Le Monde estima que el manifiesto de Aubry es una «tribuna asesina».

Valls, tocado

Elíptico, pero muy «tocado» políticamente, Manuel Valls dice que, en el fondo, la «tribuna asesina» permitirá clarificar posiciones entre una izquierda arcaica del siglo XIX y la izquierda con futuro, para el siglo XXI, que él cree encarnar.

Valls quizá sea el único político francés que suscita ciertas simpatías entre el electorado centrista o conservador. Pero su política «social-liberal» es enerva a muchos de sus correligionarios. Guy Bedos, humorista también firmante del manifiesto promovido por Aubry, llegó a declarar: «A ese Valls, yo le rompería la cara a hostias».

En otro plano, Jean-Luc Mélénchon, líder del Frente de izquierdas (FdI), añade: «Valls se comporta como el visir medieval». Artaud Montebourg, ex ministro de Economía, ha creado el neologismo «sarkhollandismo», para comparar el «social-liberalismo» de la pareja Valls-Hollande con el «conservadurismo» de Nicolas Sarkozy.

El proyecto en curso de reforma del Código laboral, con el fin de «modernizar» las relaciones sociales y «adaptarlas» a la economía mundializada del siglo XXI es uno de los catalizadores de todas las divisiones de las izquierdas francesas. Sindicatos y personalidades independientes han lanzado un manifiesto para pedir que se retire el proyecto gubernamental, una petición que ha recibido el apoyo de más de 500.000 firmas en apenas dos semanas.

El proyecto de reforma constitucional para «mejorar» la lucha contra el terrorismo, privando de la nacionalidad a los terroristas franceses, es otra de las fuentes del cisma. Christiane Taubira dimitió como ministra de Justicia hace semanas para denunciar el carácter «intolerable» de tal proyecto. Ya fuera del gabinete se ha sumado a la ofensiva contra la pareja Hollande-Valls, convencida de que «camina directamente hacia el fracaso».

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