Un manifestante porta varios escudos para protegerse de la guardia bolivariana durante una huelga convocada para protestar contra el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en Caracas, Venezuela
Un manifestante porta varios escudos para protegerse de la guardia bolivariana durante una huelga convocada para protestar contra el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en Caracas, Venezuela

Éxito de la huelga general pese a la dura represión del régimen chavista

El seguimiento fue del 90 y 100% en amplias zonas, e incluso del 50% en áreas chavistas

CORRESPONSAL EN CARACAS Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Venezuela permaneció ayer paralizada por la huelga general de 24 horas convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para rechazar la Asamblea Constituyente comunal que impulsa el régimen de Nicolás Maduro. En medio del silencio de las calles desiertas de Caracas, solo se escuchaba el ruido de las temibles tanquetas militares y las bombas lacrimógenas que arremetieron contra ciudadanos en zonas residenciales que se habían sumado al paro.

Salvo por estos incidentes, el ambiente en la capital era de una quietud mayor que la de un domingo o un día festivo, ya que el transporte se adhirió al paro cívico y los pocos comercios que habían abierto por indicación del régimen tuvieron que cerrar a las pocas horas por la presión vecinal.

Piquetes y barricadas bloquearon las calles en amplias zonas y únicamente en algunas donde el control chavista es mayor el seguimiento del paro se quedó a medias, ya que los militantes del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela y funcionarios públicos no lo acataron.

El paro cívico fue «un completo éxito a nivel nacional», subrayó la coordinadora nacional del Movimiento de Trabajadores de Voluntad Popular y presidenta de la Unión Nacional de Trabajadores (Unete), Marcela Máspero. El seguimiento fue de entre el 90 y el 100% en distintas zonas, mientras que en el oeste de Caracas, donde el control del régimen es mayor, «se ha cumplido en un 50% pese a las amenazas del régimen de Nicolás Maduro», indicó.

La jornada estuvo salpicada de protestas contra el Gobierno en Caracas y otros lugares del país, que las fuerzas del régimen reprimieron con la contundencia que emplea desde el inicio de las movilizaciones en abril.

Miembros de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) lanzaron bombas lacrimógenas desde la azotea de las instalaciones de la emisora estatal Venezolana de Televisión (VTV) contra los ciudadanos que estaban en los alrededores y un periodista de «El Nacional» resultó herido. En la autopista Francisco Fajardo en Altamira, se registraron dos heridos por perdigonazos durante la represión por la Guardia Nacional de otra protesta.

Decenas de detenidos

En Los Nuevos Teques del estado Miranda, a media hora de Caracas, dos tanquetas de la GNB arremetieron contra las residencias de la urbanización y en los enfrentamientos hirieron a dos personas, entre ellas la conserje. Así mismo, los blindados militares rompieron la verja del conjunto residencial Los Verdes en El Paraíso en Caracas y atacaron a los residentes. Más al sur, en Puerto Ordaz (estado Bolívar), la GNB lanzó bombas lacrimógenas en una zona residencial, mientras que en Lechería, en Anzoátegui, también se reprimió a los manifestantes.

Al menos 42 personas, entre ellos menores y personas mayores, fueron detenidas ayer en el estado de Nueva Esparta, según el diario «El Nacional».

Mientras, la primera dama, Cilia Flores, dijo en la televisión estatal que con la Constituyente «el presidente Maduro podrá seguir gobernando». En el mismo tono, el propio presidente declaró en un acto de campaña, sobre el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara: «Este muchacho estúpido ya tiene su celda lista. Estoy esperando a la Constituyente. Terrorista imbécil». También anunció para hoy una jornada extraordinaria para sacar el «carné de la patria» hasta el domingo 23 de julio.

Precisamente, Guevara proclamó ayer a través de Twitter el «éxito del paro en Caracas» y destacó las imágenes de los andenes del Metro vacíos.

Por su lado, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, en un recorrido por las calles de Caracas, advirtió que la Constituyente comunal de Maduro terminará por dividir en pedazos la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y, si no se frena ese proyecto, seguirá la anarquía y terminará de agravarse la crisis. «Este gobierno destruyó la producción nacional, no hay comida y no hay medicinas -denunció-. La cuenta que tienen que sacar es que paren la Constituyente, que se restablezca el orden constitucional, que los venezolanos puedan concurrir libremente a unas elecciones para decidir del rumbo de este país».

Presión internacional

Entre tanto se siguen sumando voces de la comunidad internacional contra Maduro. La bandera venezolana no figuraba ayer con las del resto de miembros de Mercosur en la reunión en Mendoza, en Argentina. Aunque Venezuela aún pertenece a Mercosur, está suspendida por no respetarse la democracia y el ministro de Exteriores argentino, Jorge Faurie, no descarta excluirla finalmente. El día anterior, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denunció, en su tercer informe sobre Venezuela, la situación de «violación de orden constitucional».

El Gobierno de México instó ayer a Maduro a suspender la convocatoria de la Constituyente y resolver «la grave crisis democrática», mientras que el portavoz del Gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, se mostró partidario de «reconducir la situación».

En cambio, dirigentes afines al régimen bolivariano, como los presidentes de Nicaragua, Bolivia y El Salvador, así como el vicepresidente cubano, apoyaron a Maduro en la conmemoración de los 38 años de la revolución sandinista.

Ver los comentarios