Hollande, Merkel y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ayer, mientras rinden tributo a las víctimas de los atentados en París
Hollande, Merkel y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ayer, mientras rinden tributo a las víctimas de los atentados en París - EFE

Hollande intentará hoy que Moscú coordine sus ataques con EE.UU.

El presidente francés viaja a la capital rusa con la intención de acercar posturas, un intento que de momento ha fracasado

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La «gran coalición única» contra los yihadistas de Estado Islámico (EI), defendida por François Hollande, choca de manera frontal contra las disputas surgidas entre las coaliciones lideradas por Barack Obama y Vladímir Putin, con puntos de vista diplomáticos, militares e incluso religiosos enfrentados. El martes, en Washington, Obama ofreció a Hollande su apoyo político, para mejor insistir en la defensa de la estrategia de la coalición liderada por EE.UU. y otros 64 países, comenzando por Arabia Saudí y Turquía.

Para Washington y el conjunto de sus aliados (Francia incluida), la guerra contra el EI pasa por un cambio de régimen en Siria tras la destitución de Al Assad, acusado de haber asesinado a centenares de miles de sus compatriotas. En el terreno militar, varios miembros de la coalición liderada por Washington apoyan económica y militarmente a la supuesta «oposición moderada» siria, cuyo primer objetivo es también derrocar al régimen de Damasco.

Los bombardeos norteamericanos y franceses tienen por objetivo único intentar destruir posiciones de EI, favoreciendo así a la oposición armada no yihadista en Siria e Irak.

Hollande conoce a la perfección esos puntos de vista, pero no duda en viajar hoy a Moscú para entrevistarse con Vladímir Putin, cuya coalición cuenta con la alianza de Irán y la milicia chií libanesa de Hizbolá.

El presidente ruso se ha presentado como «el mejor aliado de Francia» tras las matanzas del 13-N, pero los objetivos diplomáticos y militares de la estrategia ruso-iraní son diametralmente opuestos a los de la alianza liderada por Washington. La prioridad de los ayatolás iraníes y de Putin es la defensa Al Assad, utilizando la fuerza militar para debilitar a las milicias apoyadas militar y económicamente por EE.UU., Arabia Saudí y Turquía. Hollande espera conseguir de Putin alguna forma de «coordinación» militar, para «combatir juntos» contra el EI. Irán y Arabia Saudí encarnan dos visiones imperiales enfrentadas sobre el futuro del islam. Teherán y Riad pugnan por imponer en Oriente Próximo dos visiones enfrentadas del futuro del islam, que ya combaten en Irak desde hace años. Ante tales realidades, el presidente Hollande sigue confiando en negociar alguna forma de compromiso que pudiera facilitar la coordinación de las campañas militares de unos y otros contra los yihadistas, el enemigo común. Pero la coalición rusa y la liderada por Estados Unidos a cada día que pasa se enfrentan más en vez de intentar acercar posiciones. La visita hoy de Hollande a Moscú puede ser clave para intentar desatascar este conflicto.

Callejón sin salida

El vespertino «Le Monde» afirmaba ayer a toda página en su portada que la «gran coalición única» concebida por Hollande se encuentra ante un «callejón sin salida». «Le Monde» utiliza la palabra «impasse», que puede traducirse por «callejón sin salida» o «punto muerto». Diferencia de matiz que bien refleja la complejidad de una crisis que pudiera agravarse desde varios frentes.

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