Un hombre lee el número de «Charlie Hebdo» que conmemora la matanza
Un hombre lee el número de «Charlie Hebdo» que conmemora la matanza - EFE
ANIVERSARIO DEL ATENTADO A «CHARLIE HEBDO»

Francia se habitúa a vivir en continuo estado de emergencia

En 2015 murieron 148 personas y 300 resultaron heridas por atentados yihadistas

CORRESPONSAL EN PARÍS Actualizado: Guardar
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El de 2015 fue para Francia uno de los años más trágicos de su historia, desde la guerra de Argelia (1954-1962). Entre el 7 de enero y el 13 de noviembre dos matanzas de repercusión mundial, realizadas en el corazón de París, y otros cuatro atentados terroristas islámicos en provincias, se cobraron 148 muertos y más de 300 heridos, poniendo a la nación en un estado de emergencia que sigue hoy vigente.

El 7 de enero, hace exactamente un año, a las 11.30 de la mañana, dos asesinos armados con fusiles de asalto entraron por la fuerza en la redacción del semanario satírico «Charlie Hebdo», mataron a tiros a doce personas y salieron gritando «¡Alá es grande!». Comenzaba un año atroz, que abriría un debate nacional sobre el terrorismo islámico surgido, como un cáncer trágico, en los suburbios de las grandes ciudades.

Dos días más tarde, el 9 de enero, otro asesino mató a otros cuatro inocentes durante una toma de rehenes en un supermercado de comida judía que terminó con un baño de sangre.

El 19 de abril, un musulmán fanático fue detenido antes de que llegase a perpetrar un atentado. Semanas más tarde, el 26 de junio, el patrón de una pequeña empresa de la periferia parisina, en Saint-Quentin-Fallavier, fue degollado por un islamista que fotografió el asesinato con su móvil. El 21 de agosto varios turistas norteamericanos consiguieron neutralizar a un francés de origen marroquí que había proyectado una matanza en un tren, entre París y Amsterdam.

El 13 de diciembre pasado, una banda de criminales yihadistas perpetró siete ataques simultáneos, con bombas, fusiles de asalto y kalashnikov, en la sala de conciertos «Bataclan», a las puertas del Estadio de Francia, y en varios barrios del este de París, con un balance de 130 muertos y más de 300 heridos.

Solidaridad y patriotismo

La matanza de «Charlie Hebdo», hoy hace un año, provocó una inmensa oleada de solidaridad mundial y patriotismo. Patriotismo acompañado de medidas policiales y militares excepcionales, con el despliegue de decenas de millares de policías y soldados en los puntos estratégicos de París y las grandes ciudades. Ese dispositivo todavía estaba en pie cuando las matanzas del 13N atizaron nuevos sentimientos cívicos y patrióticos.

Historiadores e intelectuales, de Pierre Nora a Alain Finkielkraut, han insistido en varios puntos capitales. Francia está viviendo una gran mutación que tiene un aspecto positivo y otro trágico: la emergencia de una Francia multicultural tienen dimensiones traumáticas y guerracivilistas, ya que los suburbios de las grandes ciudades se han convertido en semilleros de vocaciones yihadistas; al mismo tiempo, han reaparecido signos espectaculares de un orgullo nacional que parecía olvidado.

Para culminar una revisión profunda del sistema de seguridad interior, amenazada desde el frente terrorista de los suburbios, Hollande ha concebido una reforma de dos puntos de la Constitución que ha abierto un conflicto político de inflamable calado. Marine Le Pen y el Frente Nacional (FN), aplauden calurosamente la reforma. Líderes socialistas históricos y toda las izquierdas ecologistas, socialistas y comunistas critican agriamente la reforma. Mientras que Nicolas Sarkozy y la derecha tradicional avanzan sus propias condiciones para aprobar una reforma constitucional de carácter más simbólico que operativo contra una amenaza terrorista siempre inquietante.

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