EFE

Un imán asesina al escritor jordano Nahed Hattar por compartir una caricatura

El autor, acusado de «insulto al islam», había difundido en Facebook una viñeta que tildaron de «blasfema»

JERUSALÉN Actualizado: Guardar
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La difusión de una caricatura considerada «blasfema» le costó la vida la a Nahed Hattar. El escrito jordano, de 56 años, llegaba al tribunal para someterse al juicio por ese «insulto al islam», cuando un hombre le disparó tres veces a muy corta distancia, informó la agencia oficial Petra. Hattar fue trasladado de urgencia a un hospital, pero murió antes de llegar al mismo a causa de las heridas sufridas.

El portavoz del Gobierno jordano definió el asesinato como «un crimen odioso» y prometió que el culpable, que fue detenido nada más efectuar los disparos, pagará por su acción. Pero desde el entorno de Hattar no tardaron en llegar las críticas hacia las autoridades, a las que acusaron de incitar a la violencia contra el escritor desde el momento de su detención y de no protegerle pese a los llamamientos a asesinarle que escribían los fanáticos en las redes sociales.

El asesino, un imán

Medios jordanos identificaron al asesino como Riad Abdulá, imán de unos cuarenta años natural de Ammán, que acababa de regresar de un viaje al extranjero, pero no dieron más detalles. La web privada jordana Khaberni aseguró que el imán habría confesado su malestar con la caricatura como el móvil que le llevó a cometer el asesinato. El 13 de agosto Hattar fue detenido, aunque un mes más tarde le dejaron libre a la espera de juicio, por compartir en su perfil de Facebook una caricatura, de la que no era el autor, que parodiaba a los yihadistas.

Un yihadista aparece en el paraíso, metido en la cama con dos mujeres y se dirige a Dios como si este fuera su criado, pidiéndole un vaso de vino, unas nueces y que envíe a alguien para que limpie su tienda. El barbudo regaña a Dios por no llamar a la puerta antes de aparecer ante su cama. Compartir en las redes sociales esta caricatura provocó una oleada de críticas y amenazas contra el escritor y la Justicia jordana decidió detenerle bajo la acusación de «insulto al islam», que recoge el artículo 278 del código penal. Una detención que llegaron a justificar como una medida para salvar su vida, debido a la fuerte presencia de elementos radicales en el país dispuestos a matarle.

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