EE.UU. avisa: «Europa tendrá que cumplir con las sanciones a Irán»

Washington anuncia nuevas sanciones contra la Guardia Revolucionaria persa

Mujeres iraníes se manifiestan a favor de la Guardia Revolucionaria iraní en Teherán AFP
Manuel Erice Oronoz

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Estados Unidos no parece dispuesto a hacer la vista gorda a los aliados europeos en su ofensiva contra Irán. Los negocios de las grandes empresas de la Unión Europea , ahora comprometidos por las duras sanciones financieras que está aplicando Washington, se verán afectados directamente salvo que Bruselas opte por un desafío sin precedentes. En una nueva vuelta de tuerca de la Administración Trump , dispuesta a someter a Irán y a todo aquel que mantenga relaciones comerciales con su régimen, el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, fue rotundo ayer durante su comparecencia en el Senado: «Europa tendrá que cumplir con las sanciones a Irán».

La encrucijada para la Unión Europea no puede ser más difícil. Sus países no sólo se han negado a romper el acuerdo nuclear, sino que insisten en mantenerlo vivo, lo que supondría en la práctica que sus empresas no contribuyeran a las medidas de castigo que quieren aplicar los estadounidenses. Cualquier otra opción condenará a muerte el pacto con Irán , como intenta conseguir Washington. Pero Mnuchin advirtió que las llamadas «sanciones secundarias», de aquellos afectados indirectamente, no tienen alternativa alguna.

Medidas financieras

Ayer mismo se produjo el primer gran efecto empresarial. La compañía británica British Petroleum decidió paralizar su proyecto de colaboración con Iranian Oil Company en el Mar del Norte, donde ambas son propietarias al 50 por ciento del yacimiento de gas Rhum. La declaración se produjo tras la advertencia del secretario de Estado, Mike Pompeo, de aprobar «las sanciones más duras de la historia» contra Irán. El régimen iraní reaccionó amenazando a Washington con acciones legales por su «injerencia en asuntos internos y una amenaza ilegal contra un miembro de la ONU». Y tam bién acusó a la Administración Trump de «insultante e intervencionista».

Mientras tanto, el goteo de sanciones continúa. El Departamento del Tesoro aprobó ayer medidas financieras contra cinco miembros de la Guardia Revolucionaria iraní, el cuerpo de élite del régimen de los ayatolás. Todos ellos están acusados de colaborar con los rebeldes hutíes en Yemen, no sólo ayundándoles con su experiencia , sino también con la aportación de tecnología para el uso de misiles, según el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin. Las sanciones suponen la congelación de todos sus activos y la posibilidad de que puedan operar con ellos.

Yemen, país del sur de la Península Arábiga inmerso en una guerra y, como todos los de la región, zona tradicional de influencia de Arabia Saudí, se ha convertido los últimos años en un campo de batalla en el que Irán libra una de sus particulares luchas por incrementar su influencia. El movimiento de los hutíes, de composición mayoritariamente chií , que es la secta del islam que se practica en Irán, recibe el apoyo de Teherán. Frente a él combate una mayoría suní, respaldada por Riad, que cada vez se encuentra más debilitada. Al igual que en Siria, Estados Unidos intenta frenar el avance iraní con la ayuda de sus aliados, Israel y Arabia Saudí.

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