EE.UU. acusa a la ONU de obstaculizar la paz entre Israel y Palestina
La embajadora ante la ONU acusa a la organización internacional de «hostilidad» contra Israel y defiende el traslado de la embajada a Israel
El aislamiento de EE.UU . sobre su decisión de trasladar su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén ha quedado hoy de manifiesto en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU . Los otros cuatro miembros permanentes y con derecho de veto del organismo -Rusia, Francia, Reino Unido y China- mostraron su oposición al traslado, como también hicieron, en mayor o menor medida, el resto de países con representación temporal.
La falta de apoyo no amilanó a la embajadora de EE.UU. en la ONU, Nikki Haley, que aprovechó la ocasión para denunciar «la hostilidad contra Israel» de la organización internacional «desde hace muchos años» y su efecto negativo en la resolución de la cuestión entre Israel y Palestina.
«Naciones Unidas ha hecho más daño a las posibilidades de una paz en Oriente Medio que hacerlas avanzar», aseguró Haley, para quien la decisión de la Administración Trump «reconoce lo obvio, que Jerusalén es la capital de Israel» . Para ella, que las embajadas estén donde se asienta el Gobierno de un país «es de sentido común».
El coordinador de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Nickolay Mladenov, advirtió que hay un «riesgo serio» de que aumente la violencia en la región, que esta semana ha vivido enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes y el llamamiento a una nueva intifada.
En la reunión también tuvo voz el enviado de Palestina, Riyad Mansour, que defendió el «consenso global» contra el anuncio de Washington e hizo un llamamiento al presidente de EE.UU. para que reconsidere su decisión. «No puede haber una solución a la cuestión Palestina sin una solución justa para Jerusalén», dijo Mansour, que calificó a la ciudad como « el corazón de Palestina» .
El embajador de Israel en la ONU, Danny Danon , celebró que el traslado de la embajada es «un paso positivo» y exigió a los miembros del Consejo que lanzaran «un mensaje claro de que no hay excusas para la violencia».
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