May despide a su «numero dos» tras polémica por un caso de pornografía

Green, cuyo cargo era el de primer secretario de Estado y considerado como un viceministro, era una de las personas de mayor confianza de la jefa del Gobierno

IVÁN ALONSO

Otro problema más para Theresa May . Ayer tuvo que prescindir de su principal apoyo en el Gobierno al despedir al secretario de estado Damian Green . El caso se remonta a 2008 cuando durante una investigación policial en Westminster se le encontró material pornográfico en su ordenador. Cuando hace unas semanas esto se conoció lo negó y se le abrió otra inspección, esta vez interna, que finalmente le ha inculpado y ha llevado al Gobierno « a pedirle que dimita » por este escándalo. En esas pesquisas también se indagaba sobre un posible acoso sexual a una militante conservadora durante el año 2015, algo de lo que se le absuelve parcialmente.

Green, que llegó al Ejecutivo tras las elecciones del pasado mes de junio estaba en el punto de mira las últimas semanas, en las que negó todas estas acusaciones. Por esto mismo, por aportar testimonios « inexactos y engañosos» precisamente es por lo que ha sido forzado a dimitir, ya que incumplió así la conducta ministerial.

En su carta de despedida el ya ex secretario de estado volvía a negar todas estas acusaciones, aunque pedía perdón a Kate Maltby, la militante que le acusaba de comportamiento inapropiado, por si sus actos le habían hecho sentir incómoda.

La investigación concluye en este sentido que no se puede probar que pasó realmente cuando ambos se encontraban en el bar donde sucedió todo, pero considera la denuncia «plausible» .

La propia May confirmó mediante una declaración por carta que Green no había estado a la altura del « nivel más alto de comportamiento que el público exige de los miembros del Gobierno británico» y mostró su profundo pesar por la dimisión de este. Por eso terminaba la primera ministra “le he pedido que dimitiera y que aceptara su renuncia”.

Diputado desde el año 1997 y excompañero de universidad de la premier, ambos fueron a Oxford, era su gran aliado dentro del Ejecutivo. Estaba considerado por muchos como el que inclinaba la balanza hacía un Brexit «blando» y actuaba como gran confidente y apoyo de May, que creó el cargo de secretario de estado ex profeso para el cuándo ganó las elecciones generales del mes de junio.

May, que ve como los problemas no dejan de crecer a su alrededor mostrando su debilidad al frente del Gobierno, ha tenido que lidiar en apenas dos meses con la «dimisión» forzada de tres de sus ministros. Dos de ellos, el propio Green y el ex titular de defensa Michael Fallon, salpicados de una u otra forma por el escándalo sexual de Westminster, mientras que la ex ministra de cooperación internacional Priti Patel después de conocerse que se reunió con altos cargos del Gobierno israelí a la espalda de su propio Ejecutivo.

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