Demoledor informe del Parlamento Británico contra los gigantes de internet

Califica de «vergonzosa» la pasividad Google, Twitter y Facebook ante los mensajes violentos e ilegales

Londres Actualizado: Guardar
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La Comisión de Interior de la Cámara de los Comunes ha publicado un informe demoledor contra la pasividad de Google, Twitter y Facebook ante los contenidos de odio, violencia apología del terrorismo y pedofilia que circulan impunemente por sus plataformas. «Han hecho poco menos que nada», concluye una investigación de diputados británicos de todos los partidos, que además acusan a las compañías de Silicon Valley de lucrarse con esos contenidos atroces, pues van acompañados de anuncios. «Esas empresas son los suficientemente ricas e inteligentes como para atajar el problema».

La comisión del Parlamento Británico propone que se les aplique fuertes sanciones por publicar esos contenidos ilegales. También aboga por que se cree un cuerpo policial que tutele lo que circula por esas plataformas, que sería costeado por las propias compañías, del mismo modo que los clubes de fútbol de la Premier abonan los servicios policiales en sus estadios.

Las empresas han respondido asegurando que son conscientes del problema, que les preocupa enormemente y trabajan para atajarlo. Como pauta habitual, se percibe que no hay una correspondencia entre los sentidos anuncios contra los contenidos ilegales de los líderes de las firmas de Silicon Valley y lo que ocurre en la práctica, donde después la tolerancia sigue siendo casi absoluta.

Se da además la paradoja de que compañías como Facebook, uno de los mayores editores de contenidos del mundo, se desentiende de toda responsabilidad sobre ellos, alegando que es solo una plataforma. Mientras la prensa tradicional se ve sometida a las elementales leyes contra la difamación y los contenidos ilegales, las multinacionales informáticas que compiten con ellas como medios informativos se lucran instaladas en la alegalidad.

El informe llega a señalar que ignoran las peticiones concretas de que retiren «contenidos horribles», incluso en algunos casos imágenes de abusos a menores. Acusan a Google, propietario de Facebook, donde la apología del terrorismo islámico campa sin muchos problemas, de «lucrarse con el odio».

«Son las compañías más ricas del mundo y sus servicios se han convertido en una parte crucial de nuestras vidas. Es una vergüenza que hayan fracasado en controlar los contenidos ilegales y peligrosos online. Una desgracia», lamenta Yvette Cooper, una influyente diputada laborista, que en su día disputó el liderazgo a Corbyn.

La ministra del Interior, Amber Rudd, ha vuelto a dar un aviso a las empresas: «Hemos dejado claro que no toleraremos que internet se utilice como un lugar donde los terroristas promocionan sus viles puntos de vista, o que plataformas de redes sociales se usen como armas contra las comunidades y la gente más vulnerable». El informe hace hincapié en que a día de hoy «YouTube continúa siendo un vehículo que sirve a los terroristas para hacer propaganda de su yihad».

La investigación se encargó a raíz del asesinato de la diputada laborista Jo Cox en plena campaña del referéndum sobre la UE, obra de un fanático neonazi. Alemania ha anunciado ya sanciones millonarias para las plataformas de internet que no retiren cuando se les avise material abusivo en un plazo de 24 horas.

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